El sector bufalino tiene un camino para recorrer muy favorable y estos animales han demostrado que tiene con qué por lo que se trabaja arduamente para alcanzar las metas trazadas a 2030, afirmó la directora ejecutiva de Asobúfalos, Alba Lucía Suárez.

De acuerdo con la dirigente gremial, los búfalos son animales que ayudan al productor a enfrentar épocas muy difíciles, por ejemplo, cuando sufren inundaciones y tienen que salir a liquidar los hatos bovinos, el búfalo continúa produciendo y preñándose.

La adaptación del búfalo al entorno tropical húmedo se refleja en su capacidad para seguir los principios agroecológicos, su conducta gregaria, la resistencia física, contribución al ciclo de nutrientes, eficiencia en la utilización de forrajes tropicales y reducida producción de metano entérico, entre otros aspectos.

Además, esta actividad está en manos de pequeños y medianos productores y tiene una natalidad superior al 75 %, lo cual permite incrementar el hato de forma acelerada, y una búfala puede durar produciendo más de 20 años por lo que la reposición de vientres es más lenta.

También se debe tener en cuenta que el búfalo es un animal triple propósito porque además de carne y leche es de trabajo como sucede en muchas fincas palmeras para el transporte del fruto cosechado, ayudando a reducir los costos. (Lea en CONtexto ganadero: En Santander instalan mesa de trabajo para impulsar producción bufalera sostenible)

La proyección del gremio es que al año 2030 el inventario bufalino llegue a 1.662.249 cabezas, la producción de leche alcance 183.928 toneladas y la de carne 27.774 toneladas, lo cual se ve como algo posible con base en el desarrollo que ha tenido dicha actividad en el país.

En estos momentos el hato bufalino es de 565.137 cabezas siendo Córdoba y Santander los mayores productores con el 30 % del total nacional, aunque al mirar por número de predios Santander ocupa el primer lugar con 1.034, muy por encima del segundo que es Caquetá donde hay 564.

Además, se está en 1.064 municipios de Colombia, es decir, los búfalos se encuentran en casi todos los rincones del país y con una aceptación muy positiva porque es complemento de la ganadería tradicional, interactúa muy bien con el vacuno.

De acuerdo con las cifras oficiales el año pasado el sacrificio de búfalos alcanzó 51.860 cabezas para un crecimiento de cerca del 38 % frente a 2022, de los cuales el 70 % eran machos y el 30 % hembras. El peso promedio en pie de los búfalos es de 447 kilos y el rendimiento en canal del 50,12 %.

Se busca no llevar muchas hembras a sacrificio y la mayoría que se llevan son producto de la presión de selección que se está haciendo en los hatos para el mejoramiento genético. Los búfalos que van a sacrificio están entre 20 y 24 meses de edad, siendo animales muy jóvenes lo cual se refleja en una carne magra. Además, la grasa del búfalo se ubica en torno al músculo, lo que también contribuye a las buenas condiciones de calidad de la carne. (Lea en CONtexto ganadero: El mercado de derivados del búfalo en Colombia tiene un potencial sin explotar)

Es un producto que tiene altos contenidos de nutrientes. Los requerimientos diarios de proteína y de nutrientes que tiene el ser humano los puede cumplir más fácilmente con la carne de búfalo porque se requiere una ración menor.

Buen mercado para la leche de búfala

Frente al tema de la leche Suárez indicó que el 60 % del hato bufalino son vientres y la meta de crecimiento es de 183.000 toneladas al año 2030.

La leche de búfala es del tipo A2A2, es decir, puede ser consumida prácticamente por cualquier persona porque tiene mayor digestibilidad y cuenta con más contenido de calcio, hierro, potasio, omega3, y al industrial le rinde el doble que la de vaca.

Las cualidades de esta leche permiten producir el queso mozarela cuyo mercado natural y uno de los más importantes es Estados Unidos donde hay un alto consumo de este alimento.

“Podemos entregar al mercado internacional toda la leche que produzcamos porque existe la demanda. Nosotros no atendemos pedidos, entregamos lo que alcanzamos a producir y el comprador del exterior lo sabe y lo reconoce”, aseguró la dirigente. (Lea en CONtexto ganadero: Por qué los búfalos son los reyes del trópico)

En Colombia el avance de la industria ha permitido que se vaya desarrollando el consumo de los productos lácteos de búfala, principalmente en los restaurantes y en productos gourmet. Sin embargo, uno de los retos es lograr que en Colombia haya un mayor consumo de productos y subproductos de búfalo, tanto cárnicos como lácteos, por todo lo que le proporciona a las personas. Así mismo, seguir aumentando las exportaciones de productos lácteos de búfala que genera divisas importantes para el país.

En estos momentos en que el sector lechero bovino está teniendo problemas, la leche de búfala se comercializa sin problema y a precios que pueden llegar casi a $3.000 el litro, por lo que puede ser una opción para los ganaderos dedicados a la leche bovina.

La industria necesita esa leche de búfala, pero tiene que ser inocua, sin aditivos ni conservantes, con calidad higiénica, con muy buen porcentaje de grasa y de sólidos totales y eso lo da la nutrición, las buenas prácticas de ordeño, las búfalas sanas, eficientes y adaptadas, concluyó.