Hay muchas características que deben tenerse en cuenta para seleccionar un caballo como reproductor. Todo esto, teniendo en cuenta que la edad del animal es clave porque la estructura y la musculatura se va consolidando conforme pase el tiempo y el animal se vaya desarrollando, como se menciona en el canal de Youtube llamado Raza Agropecuaria. (Lea en CONtexto ganadero: Ya es posible elegir el sexo de los caballos desde el embrión )

Por eso, aquí se explicarán los aspectos que debe tener un caballo para ser un buen reproductor:

Temperamento: Normalmente se habla del brío del animal, que es una de las características que no deben pasarse por alto por más bonito o hábil que sea el equino. Un caballo debe cumplir con esta bondad para usarse como reproductor, pues esto pasa a sus crías, teniendo en cuenta que debe ser un temperamento manejable, en donde el animal debe responder a lo que se le pida sin resabios para evitar accidentes.

Estos animales deben ser tranquilos y no asustadizos, sin llegar al punto de no reaccionar con nada. Además, deben reconocer quién está a cargo y actuar conforme a eso. Además, debe ser un caballo que acepte el entrenamiento y responder adecuadamente a este.

Árbol genealógico: Esto hace referencia a todos los antecedentes genéticos del caballo, es decir, debe tener en sus papeles ancestros con buena reproducción. Esto es fundamental porque si un caballo tiene fallas en su árbol genealógico, pero tiene la conformación, la habilidad y el entrenamiento, puede sobresalir ante los demás.

Conformación: Los caballos deben tener una estructura ósea balanceada y fuerte, simetría en todo el cuerpo, aplomos rectos y fuertes, implante del cuello correcto, implante de la cola adecuado, tendencia a moverse con el cuello y la cola abajo, entre otros.

Inteligencia: Es la capacidad de aprendizaje y aceptación del liderazgo por parte de los bovinos. Los expertos dicen que hay que tener cuidado con un caballo inteligente que no acepte el liderazgo porque se le puede salir de las manos al productor.

Musculatura: Estos animales deben tener un pecho no muy angosto, pero tampoco muy abierto, es decir, que sea proporcional al caballo. Además, debe tener ancas fuertes y poderosas que siempre estén en proporción a los cuartos traseros.

Habilidad natural: Se debe buscar un caballo que sea hábil y que se esfuerce por cumplir sus tareas de una mejor forma, teniendo en cuenta que son de naturaleza competitiva. (Lea en CONtexto ganadero: Cómo entender a los caballos y cómo influye el no tener cuernos)

Un punto a destacar es que esta no es una lista estricta que cada productor debe seguir, sino que son algunas características que se recomiendan tener en cuenta al momento de elegir un reproductor dentro de su predio, para que de excelentes crías equinas.

En este punto, hay que tener claro el objetivo para el cual se quiere al caballo, para así evaluar qué variantes o elementos son los que más le funcionan al animal y así determinar cuáles deben tomarse en cuenta y qué fallas se pueden dejar pasar, teniendo en cuenta que la reproducción es de dos y la yegua también participa en el proceso de desarrollo de características de la cría.