Recientemente, el presidente ejecutivo de la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, José Félix Lafaurie Rivera, advirtió que el país está en grave riesgo por los focos de la enfermedad de la nación vecina y por la liquidación del Fondo Nacional del Ganado. El pasado 19 de julio, en el marco de la Comisión Hemisférica para la Erradicación de la Fiebre Aftosa, COHEFA, en Paraguay, el dirigente aprovechó su intervención para advertir que Colombia se encuentra en riesgo por cuenta de las decisiones que sobre el tema ha venido tomando el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural. Las aseveraciones no cayeron bien en el Gobierno, que a través del ministro de la cartera, Aurelio Iragorri Valencia, salió a descalificar al presidente ejecutivo y a desmentir las advertencias hechas. (Lea: “Ojalá vehemencia de Iragorri fuera igual con problemas del sector”: Lafaurie) Por esta razón, CONtexto ganadero presenta los testimonios recientes de 2 de las personas que más enteradas están sobre la realidad del sector pecuario en Venezuela, quienes no solo confirmaron el peligro, sino que advirtieron que son varios lo temas que de ello se desprenden, toda vez que es el Gobierno el que está a cargo del aspecto sanitario. Carlos Oduardo Albornoz Castro, presidente de la Federación Nacional de Ganaderos de Venezuela, Fedenaga, sostuvo que la problemática de desabastecimiento de vacunas e insumos del sector agropecuario produce mayores riesgos con el tema de las enfermedades zoonóticas. Expresó que en su país el desabastecimiento no es ajeno al sector, razón por la que se encuentran expuestos a muchos riesgos. “Ojalá podamos mejorar en ese sentido, sin embargo no se ve ningún tipo de rectificación real por parte del Gobierno Nacional”, anotó. (Lea: Ganadería venezolana retrocedió 40 años) Aunque en el país todavía hay ciclos de vacunación, según lo confirmó Albornoz Castro, no hay un control eficiente sobre el tema y hay momentos en los que hacen falta biológicos para aftosa e incluso para rabia. “Si bien las vacunas no se dejan de aplicar desde hace un buen tiempo, los ciclos no se han hecho con la rigurosidad que se necesita; por ello, Venezuela es el único país que no es libre de fiebre aftosa, al menos en Suramérica”, agregó. De igual manera, manifestó que el riesgo de alguna epidemia existe, pero en realidad no se han presentado brotes que se puedan identificar. Actualmente, la estatal Agropatria es la que domina el despacho no solo de las vacunas, sino de la mayoría de insumos del país. A inicios de mayo pasado, Wilmar Castro Soteldo, ministro de Agricultura y Tierras de Venezuela, informó a medios de comunicación que se iniciaría el plan de inmunización de bovinos con 3 millones de dosis de fiebre aftosa y otras 2 enfermedades como la rabia y brucelosis bovina Al respecto, Pedro E. Piñate, consultor en salud y producción animal, quien en 1996 fue director general de la Federación Nacional de Ganaderos de Venezuela, Fedenaga, aseguró que “3 millones de dosis de vacuna antiaftosa son insuficientes para la inmunización semestral del rebaño bovino de Venezuela”. El experto en el sector pecuario manifestó que el Gobierno actual no mantiene una contabilidad del inventario bovino pero se estima que ha caído a 8 o 10 millones de cabeza, lo que indica que con 3 millones de vacunas no se protegería el estatus sanitario del país, mas cuando no se han superado los impases con la producción y compra de las dosis. Adicionalmente, confirmó que Venezuela es un “país aftoso” por la falta de control y erradicación de la patología que se transmite a las personas. “El diagnóstico diferencial y de otras enfermedades de similares signos es además nulo. No habiendo diagnóstico clínico ni de laboratorio no hay reportes de enfermedad. La política oficial es de ocultamiento”, ratificó Piñate. (Lea: 3 millones de vacunas contra aftosa son insuficientes en Venezuela) Como si lo anterior fuera poco, a partir del primero de septiembre ninguno de los funcionarios que durante 17 años han hecho la campaña de vacunación de aftosa seguirán al frente del Ciclo, razón por la que era importante alertar a la comunidad internacional, especialmente teniendo el riesgo latente que representa Venezuela.