Carnes y lácteos que transmiten la tuberculosis a humanos pueden estar consumiendo los venezolanos porque no hay o son escasos en el país los reactivos para controlar o prever los males del ganado.
La calidad de los alimentos derivados de bovinos también es deficiente sin pasto fertilizado o alimentación correcta, que tampoco reciben los rebaños nacionales por insuficiencias de los productos
La alimentación y también la salud de los venezolanos está en riesgo por el consumo de lácteos y carne de ganado nacional sin el control sanitario recomendado, debido a que la vacunación y prevención de enfermedades de los animales como la tuberculosis, -transmitida a los humanos- no se está haciendo, o es escasa, por la inexistencia o reducida presencia en el país de reactivos que controlen la salud animal, debido a la dificultad de importación de estos químicos.
Algunos productores ante la crisis de los productos que diagnostiquen y controlen las enfermedades bovinas, están consiguiendo por vías irregulares que su ganado obtenga la certificación requerida para poderlos poner en el mercado, y no tener pérdidas, pero no es fiable para el consumo humano de estos productos, de acuerdo a lo que productores –anónimos- narran, y que confirmado por el médico veterinario y profesor de la Universidad Nacional Experimental del Táchira – Unet- Carlos Moreno Manresa, quien señala que la crisis en materia de insumos en la ganadería está amenazando la salud de los nacionales. (Lea: Aumentan importaciones de lácteos en una Colombia poco ompetitiva)
“Estamos observando deficiencias energéticas y de minerales en el ganado por el consumo de pasto de mala calidad, se requiere tratar ese pasto con maquinaria y fertilización que resulta casi imposible adquirir en este momento para el productor, lo que genera mala calidad de los forrajes. La alternativa de los ganaderos es sustituir ese pasto por alimentos, pero no es lo correcto, no logran compensar tan fácilmente; además, tampoco es sencillo conseguir alimento para los animales”.
Otro aspecto que considera vital el veterinario para tener reses sanas y buenas, y por tanto calidad en carnes y lácteos, es el contacto directo del productor con su rebaño:
“Se necesita presente en la unidad de producción, pero por razones de seguridad el productor se está alejando de sus tierras; y es algo que no se observa en países vecinos como Colombia, Brasil, cualquiera de Latinoamérica. En esos países el ganadero vive en la finca, aquí el ganadero sólo va el fin de semana o paga a alguien para que vaya porque tiene miedo de ir a sus tierras. Imagínate que el dicho lo dice: ‘El ojo del amo es el que engorda el ganado”.
La raíz fundamental del problema con el ganado nacional –de acuerdo a Moreno- es que en Venezuela se es ganadero, sólo los fines de semana. “El Gobierno ha tratado de expropiar fincas y entregarlas a personas que vivan en el lugar, pero no resultó, las tierras fueron abandonadas”.
¿Cómo es el ganado con mala alimentación y deficiente control sanitario?
“Nosotros ahorita no podemos, o es muy difícil luchar contra algunas enfermedades animales que se transmiten al hombre, como brucelosis o tuberculosis, porque el Gobierno es el encargado del suministro de los reactivos para las pruebas diagnósticas, y hemos tenido años en blanco sin recibir el reactivo, nosotros recomendamos vacunar o controlar el rebaño cada seis meses, pero he ido a fincas con animales contaminados y no pueden seguir el plan porque no consiguen reactivos, o el dueño busca caminos verdes para movilizar su ganado sin fertilización”.
La situación se transmite al hombre, dice el especialista que no pueden medir los impactos con cifras, pero señala que en el Antituberculoso de San Cristóbal puede verse mucha población enferma: “Hay un silencio informativo respecto a los episodios y los que hay incluso están muy manipulados, he leído que la vacunación para la fiebre aftosa tiene un 120 por ciento de cubrimiento en el Táchira, pero cómo se explica si vas a los campos y preguntas a los productores, y ellos aseguran que por ahí no han pasado vacunando, lo que dice de registros muy confusos o maquillados”.
En el caso de la fiebre aftosa, existe un problema comercial, se requiere la certificación de libre del mal, para comercializar los productos.
“Lo más delicado que veo en este momento es la tuberculosis, en relación al ser humano, porque se transmite con facilidad y es grave. Hay una desatención en ese sentido y existen más enfermedades tropicales que no se reportan”.
La sequía se maneja
Para el veterinario Carlos Moreno Manresa, la sequía este año no ha sido tan fuerte como en años anteriores, y afirma que ésta se puede manejar si hay fertilización de potreros porque protegen cuando viene la sequía. “Debería conservarse forraje, pero la maquinaria para hacerlo es importada y pocas personas en el país tienen acceso a esa tecnología, porque en cualquier parte del mundo hay sequía y lluvia, incluso cuatro estaciones y la ganadería sigue porque conservan el forraje, y aquí que es una tierra bendita es más fácil, pero muchos productores no tienen cómo prever, porque no hay cómo importar los productos”.
El rendimiento de la finca es otra estrategia que plantea el experto, explica que si en el verano sólo pueden mantener 500 animales y en invierno 2 mil, ajustarse a ello, lo que disminuirá el rendimiento de las fincas, porque el productor no puede mantener su ganado en verano: “Estamos dejándonos sorprender con fenómenos naturales que ocurren todos los años, pero para eso es necesario tecnología y debe importarse”. (Lea: Venezuela firma acuerdo para controlar fiebre aftosa)
Crisis en cifras
*Producir un litro de leche resulta en 25 bolívares para el productor venezolano, su precio regulado en Gaceta, a puerta de corral, es de 7,50 a 11 Bs. (cifras Asogata).
*Producir un kilo de carne en Venezuela resulta en 55 bolívares, el precio regulado en Gaceta es de 8,5 Bs. (cifras Asogata).
*El Táchira tiene un déficit de 14.500 tractores, este año sólo han podido adquirir 60 en la región, de acuerdo a cifras de Asogata
*El costo de producir un litro de leche y venderla a puerta de corral es de 25 Bs., y está regulado su valor en Gaceta Oficial a 7,5 a 11 Bs., por litro en el país (Asogata)