Esta carne producida en Uruguay por MOSAICA, verificada por LSQA, y faenada Solís Meat Uruguay, partirá en la segunda quincena de diciembre con destino a Suiza.
La ganadería de Uruguay sigue demostrando su adaptación a lo que demandan los mercados y por primera vez en su historia exportará carne verificada como carbono neutral. Además, se convierte en el primer embarque de carne de esta naturaleza que se envíe al exterior en toda Sudamérica. (Lea: Uruguay se lanza a la conquista del mercado del sudeste asiático y busca firmar TLC con EE. UU.)
“Es un hito histórico”, dijo a ganadería.uy Agustín Russi, gerente de Desarrollo de Negocios de LSQA, quien estuvo en el proceso de verificación.
A principios de 2021 la empresa MOSAICA, que exporta a los principales mercados europeos, comenzó un proceso de recopilación de datos y gestión de su huella de carbono. Por las características de su sistema de producción, basado en pasturas naturales y con un importante componente de conservación de monte nativo, el establecimiento logró una captura de CO2 superior a sus emisiones alcanzando así el distintivo de carbono neutralidad.
El proceso verificado abarca todas las etapas de la producción ganadera llevada a cabo por MOSAICA, desde el nacimiento del animal, la cría y engorde del mismo hasta su llegada al frigorífico para la faena. (Lea: ¿Qué países liderarán la lista de exportadores de carne bovina en 2022?)
LSQA cuenta con un programa de verificación de huella de carbono en producto para las etapas iniciales de la producción de carne también conocidas como ‘Cradle to Gate’, que se basa en determinados estándares internacionales ISO, reglas de categoría producto, y las Directrices del IPCC de para los Inventarios Nacionales de Gases de Efecto Invernadero para relevar y verificar la huella de carbono en carne.
“El proceso de verificación de huella de carbono es lo más parecido que existe a un proceso contable, donde en vez de contar dinero se cuentan toneladas de carbono. Lo que se emite, lo que se captura y de eso saca un balance”, explicó el especialista. “Un productor rural debe realizar su propio inventario de huella basado en toda esta normativa (…) luego viene un organismo validador y verificador de huella en el producto, que en una auditoría independiente verifica y valida que el inventario que realiza el productor es correcto y se ajusta a los estándares internacionales”, añadió.
Uruguay suscribió a la COP26 celebrada en Glasgow este año donde se definieron metas globales ambiciosas específicamente en torno a las emisiones metano, apuntando a una reducción del 30 % de las mismas para 2030. (Lea: ¿Cómo ha hecho Uruguay para elevar las exportaciones de carne manteniendo bajos precios locales?)
A medida que los principales destinos de exportación implementan restricciones en sus mercados para los productos con altas emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), los productos importados se encontrarán con el desafío de demostrar un desempeño ambiental acorde.
Fuente: Blasina y Asociados.