Así lo reportó el portal Efecto Cocuyo, explicando que el pasado jueves 26 de noviembre un kilo de carne molida se ubicó en 2 980 000 bolívares, mientras que el 12 de marzo costaba 220 000. Además, un venezolano debe trabajar hasta tres meses para comprarlo.
Justo antes de que se anunciara la detección de los primeros dos casos de COVID-19, un kilo de la proteína estaba en 220 000 bolívares, lo que significa que en ocho meses y medio tuvo un aumento de 1255 %, o sea 14 veces más que al inicio de la pandemia.
El medio reportó que en solo un mes, del 12 de marzo al 15 de abril, el precio del alimento subió 124 %, y en tres meses, hasta el 18 de junio, aumentó 255 %, quintuplicándose al 17 de septiembre. (Lea: En Venezuela habría menos de 10 millones de vacunos)
La inflación interanual de 2020 en el vecino país se ubicó en 3332 %, menor a la registrada en 2019 (7374,4 %) y mucho menos que la de 2018 (1 700 000 %). En febrero, la inflación fue de 22, 4 %, mientras que en octubre pasó a 23,8 %, continuando la tendencia hiperinflacionista.
Otros productos también subieron como el kilo de queso blanco duro (728 %), que llegó casi al mismo precio del kilo de carne molida con 2 890 000 bolívares. Incluso cultivos como el tomate subieron, pasando de costar 140 000 bolívares en marzo a 1 200 000 en noviembre.
Por otro lado, El Nacional reveló en septiembre pasado que un kilo de carne costaba lo mismo que lo que recibía en tres meses un venezolano que ganara un salario mínimo integral. (Lea: En 3 años, consumo de carne en Venezuela pasó de 21 a 3 kg anuales)
Este medio reportó que en el noveno mes, se conseguía el kilo de carne molida entre 1 050 000 y 1 300 000 bolívares, añadiendo que esta proteína es la que comúnmente piden los clientes por la posibilidad de rendirla con vegetales y salsa para que alcance para muchos por varios días.
De otra parte, el precio del kilo de bistec estuvo entre 1 300 000 y 1 400 000 bolívares, dependiendo de la calidad, así como la carne para guisar. Una opción asequible era el hígado de res, pero ahora es un lujo, pues su costo por kilo está en 1 000 000 bolívares.
En su reemplazo, el bofe se convirtió en una opción viable para el consumo de proteínas, pues su costo es uno de los más bajos en el mercado, entre los 500 000 y los 700 000 bolívares por kilo. (Lea: Venezuela tiene nuevas pérdidas en carne y leche por crisis energética)
La Asamblea Nacional expuso que una familia promedio requiere cerca de 300 dólares para comer mientras que el salario mínimo se ubica un poco por encima de un dólar mensual. El pasado 11 de noviembre, el dólar paralelo superó la barrera de los 600 000 bolívares, en tanto que el 26, la divisa superó el millón de bolívares.