Una prueba de eficiencia de conversión de la raza brangus en Argentina, permitió comprobar que los toros superiores consumieron un 20 % menos de alimento que el promedio para producir los mismos kilos de carne.
La Asociación Argentina de Brangus instrumentó la Primera Prueba de consumo individual en situación colectiva (RFI) para una raza en el país, para ello se tomaron 18 cabañas de siete provincias que enviaron 60 toros de un año, elegidos por su información y conectividad. Los mismos fueron genotipados y tuvieron un proceso de 30 días de adaptación y acostumbramiento nutricional y social, según indicó Martín García Fernández, vicepresidente de la Asociación Argentina de Brangus. (Lea: Aumente la conversión del alimento en carne y mejore la rentabilidad de su negocio)
Luego, por 63 días se realizó la evaluación, que arrojó resultados muy alentadores, ya que se encontró variabilidad –la oportunidad de selección– con diferencias de consumo para igual ganancia superiores al 20 % entre individuos, tal como se describe en la literatura internacional.
Además de las pesadas y el consumo individual se registraron datos de carcasa, circunferencia escrotal, altura y score de docilidad.
“Para que podamos seleccionar con precisión individuos superiores en RFI será necesario estudiar un mayor número de animales, asociándolos a su perfil genómico. Así se podrá elaborar una Dep (Diferencias Esperadas a la Progenie) específica para seleccionar por este carácter, incluso en animales no evaluados pero emparentados con los que vayan participando de las pruebas de consumo”, señaló el directivo en una nota publicada en el diario La Nación, de Argentina.
Lo más valioso de este carácter, según García, es que la eficiencia evaluada, o el RFI, es propio del individuo y correlaciona en ambientes pastoriles, permitiéndonos tener mejor "performance" en los rodeos de cría y todos los sistemas de producción de carne. (Lea: Claves de bienestar animal para mejor conversión de forraje en carne y leche)
Los técnicos y directivos de la Asociación Latinoamericana de Brangus analizaron la manera de compartir la información de cada país en RFI para seguir profundizando las evaluaciones conjuntas (ERBra) que hoy se hacen con otros Deps.
El coordinador de la Comisión Técnica, médico veterinario Pedro Borgatello, aseguró que se trabajará en desarrollar un protocolo conjunto que permita unir esfuerzos para aprovechar la información de todas las estaciones de testaje de la región y acelerar el progreso en este carácter.
De otro lado, el analista argentino de mercados, Stewart Kambo, en otro escenario presentó algunas herramientas para mejorar los márgenes en corral, poniéndole números al costo que tiene el estrés térmico y dando datos precisos sobre la eficiencia de consumo individual a partir de un ensayo que se hizo en Tandil.
“El animal que tenga una mayor ganancia de peso con un menor consumo, será un animal más eficiente y por lo tanto nos permitirá reducir nuestros costos. Puede llegar a consumir un 30 % menos para igual ganancia de peso comparado con otro individuo”, explicó Kambo. (Lea: ¿Qué mecanismos determinan la eficiencia alimenticia en bovinos?)
Sostuvo que “esta es una característica individual con alterabilidad y tiene que ver con la eficiencia metabólica del individuo. Lo que tenemos que hacer es empezar a identificar a estos individuos para lo cual utilizamos los comederos que desarrolló Aníbal Pordomingo en el INTA Tandil. Con una caravana electrónica podemos ver cuál es el consumo de cada individuo en concreto durante un período de evaluación de 60 días”.
Esta Eficiencia Neta de Conversión es la que vienen investigando desde la Facultad de Agronomía de Buenos Aires y el INTA para determinar las cualidades de cada individuo “para que los criadores comiencen a consumir una característica genética propia de cada animal con alterabilidad. De esta forma se puede aumentar la cantidad de crías superiores en eficiencia”.
Entre tanto, Darío Colombatto, de la misma Facultad, explicó la forma en que incide el estrés térmico en los animales y las pérdidas monetarias que implican para el productor, además del impacto social que tienen casos extremos como la muerte de individuos por esta causa.
“Lo que nosotros encontramos a nivel comercial es una mejora en la eficiencia de conversión de casi un 20 % cuando comparamos situaciones con mitigaciones de estrés térmico versus no tener ninguna medida para evitarlo”, expresó Colombatto.
Para combatir el estrés térmico se apunta a implementar cambios en la dieta y algo tan básico como la provisión de agua fresca y limpia en todo momento.