Cada día el consumidor se preocupa más por la trazabilidad del producto que compra y en el caso del sector ganadero, el bienestar animal es un factor fundamental.
Una buena parte de los consumidores rechaza alimentos cuya producción supone maltrato a animales. Dichas personas están dispuestas a pagar más por carne, leche y huevos producidos con criterios objetivos de bienestar animal. (Lea: Bienestar animal: una cuestión ética pero también económica)
Ello no ocurre solamente en los países más desarrollados. De acuerdo con un estudio reciente realizado por un grupo de investigadores brasileños, liderados por el profesor Celso Lemme, de la Escuela de Negocios Carioca Coppead, casi un tercio de los entrevistados afirmó estar dispuesto a pagar 40 % más por el producto certificado en bienestar animal. Ese porcentaje aumenta cuando las personas reciben más información.
En 1998, Adele Douglass, actual Directora Ejecutiva de Humane Farm Animal Care y fundadora del programa Certified Humane Raised and Handled, percibió que la forma más rápida de ayudar a los animales es concientizando a los consumidores, por medio de una solución de mercado. (Lea: 7 aspectos importantes del Bienestar Animal)
Es por ello que existen sellos internacionales que garantizan unas condiciones adecuadas en lo que ha sido la vida de los animales. Entre los más reconocidos están: Animal Welfair, Bienestar animal Calidad Natural, y Freedom Food RSPCA Monitored.
Welfair
El sello Bienestar Animal Certificado Welfair es una certificación independiente aporta al consumidor la confianza en que el alimento elegido procede de un animal que ha sido criado y sacrificado de manera respetuosa con su bienestar.
Las mediciones son realizadas por personal de las entidades certificadoras, como Aenor o Certicar, formado por el Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA), de España. Si en las granjas hay menos de 10 animales, se auditan todos los ejemplares. Y si hay más de 10, se hace un muestreo proporcional del total de animales. (Lea: El bienestar animal también es beneficioso para usted y sus empleados)
De acuerdo con el portal de la empresa, entre los aspectos que se vigilan está el confort en la zona de descanso, es decir, el espacio para tumbarse, tiempo para hacerlo, estado y calidad de la cama; confort de limpieza; confort térmico, facilidad de movimiento.
En cuanto al estado sanitario, añade, se vigila que los animales no presenten lesiones como cojeras, manchas, heridas, erosiones, zonas sin pelo; la ausencia de tos, mucosidades, dolencias oculares (legañas), respiración normal o acelerada, diarreas, abdomen hinchado, tasa de mortalidad.
También se revisa la condición corporal del animal y si tiene acceso a comida suficiente; número y estado de bebederos.
Uno de los aspectos más subjetivos, reconoce la firma, es el análisis del comportamiento donde se vigila la expresión de un comportamiento social adecuado con conductas positivas (lamido, juego, exploración, acicalamiento mutuo); expresión adecuada de otras conductas propias de su especie; importa la formación de los ganaderos en el manejo de los animales; el estado emocional de los animales, que se muestre activo, relajado, cómodo, independiente. (Lea: Bienestar animal, clave para lograr rentabilidad en la ganadería)
En el matadero se observa la recepción, cómo descienden del transporte (rampas adecuadas, si se resbalan, si no caen).
En la línea de sacrificio: correcto aturdimiento (está prohibido el certificado en los ritos halal y kosher), desarrollo del sacrificio sin sufrimiento.
Bienestar animal Calidad Natural
Por medio de este sello se garantiza que el alimento certificado proviene de instalaciones que cumplen con estándares específicos de trato hacia animales de producción. (Lea: ¿Cómo medir el bienestar animal en las ganaderías?)
Así mismo, informa el portal de la compañía, que el productor cumple con los estándares de la firma y los adopta en la producción de animales desde su nacimiento hasta el sacrificio, esto implica sin jaulas, ni rejas, ni corrales fijos. Los animales deben estar libres para expresar su comportamiento natural.
También como parte del bienestar animal se debe tener una dieta con alimento de calidad, sin productos derivados de animales, antibióticos sub-terapéuticos, o promotores de crecimiento.
Los productores también cumplen con normas ambientales y de seguridad alimentaria, mientras los mataderos deben cumplir con las normas de sacrificio del American Meat Institute (AMI por sus siglas en inglés), según el portal. Lea: (Bienestar animal mejora sabor y textura de la carne)
El propósito, dice la empresa, es mejorar la vida de los animales de producción en la industria alimentaria; ayudar a los productores a que adopten prácticas de producción con mayor bienestar animal; y, alcanzar máxima credibilidad en estándares de bienestar animal, proceso de inspección y certificación.
Todas las instalaciones que busquen la certificación del programa Certified Humane deben garantizar la trazabilidad de los respectivos productos permitiendo la inspección de todas las instalaciones/granjas y/o unidades de sacrificio/procesamiento involucradas en la cadena productiva, señala la compañía.
De igual manera se inspeccionan todos los envases/embalajes de los productos certificados y las referencias a la certificación y al sello Certified Humane para su aprobación.
Sostiene que se debe informar por escrito al equipo de certificación siempre que haya alguna alteración en la organización o infraestructura de la operación que pueda afectar su conformidad con el programa, como nuevas instalaciones, nuevos gestores, nuevos procedimientos en el manejo de los animales etc. (Lea: Elementos a tener en cuenta a la hora de transportar ganado)
El cumplimiento de los requisitos establecidos en las normas se verifica por medio de inspecciones anuales realizadas por científicos y veterinarios especialistas en cada especie. Estas son inspecciones independientes realizadas en todas las granjas, instalaciones y unidades de sacrificio y procesamiento.
Freedom Food RSPCA Monitored
Los estándares de bienestar de RSPCA son establecidos por el equipo de expertos en bienestar de animales de granja de la RSPCA y se basan en los principales conocimientos científicos, veterinarios y prácticos de la industria.
Las normas, según el portal de la empresa, cubren todos los aspectos de la vida de los animales, incluidos el suministro de alimento y agua, el entorno en el que viven, cómo se gestionan, la atención médica, el transporte y la matanza humanitaria. (Lea: Adapte los comederos del ganado con base en el bienestar animal)
La RSPCA celebra reuniones del Grupo Asesor Técnico de Normas para cada especieuna vez al año. Con este sello se garantiza la trazabilidad completa a lo largo de la cadena de suministro.
Para que un producto se etiquete como RSPCA Assured, todos los aspectos de la vida de un animal deben haber sido cubiertos por los estándares de bienestar de la firma, tanto en la granja, como en el transporte y en el matadero, indica el portal.
En las granjas aseguradas por RSPCA, a los animales se les debe dar suficiente espacio para moverse, una buena dieta, camas cómodas y cosas para hacer para que puedan exhibir sus comportamientos naturales. Todos los animales de granja deben tener una buena vida y ser tratados con compasión y respeto. (Lea: Claves de bienestar animal para mejor conversión de forraje en carne y leche)
Los estándares, dice, se establecen en el límite de lo que se puede lograr, en términos de cría de animales y viabilidad comercial, y apuntan a mejorar el bienestar animal más allá de la producción 'estándar' o típica. Deben mantenerse en un ambiente con flujo de aire adecuado para prevenir enfermedades respiratorias.
No pueden alimentarse con dietas que causarían un desequilibrio en su sistema de digestión. Esto puede suceder cuando los animales son alimentados con dietas demasiado altas en concentrados y muy bajas en fibra. (Lea: Cómo influye el bienestar animal en la cadena productiva de la carne)
Se debe redactar un plan de salud y bienestar veterinario para cada rebaño, abordar y controlar la salud y el bienestar del rebaño. Esto debe formularse y redactarse con un veterinario y revisarse al menos una vez al año.
No se pueden transportar por más de ocho horas y deben estar aturdidos antes de la matanza.