La cadena de la carne vacuna argentina, que comprende tanto al sector ganadero como a la industria frigorífica y de exportación culminó el 2020 con un aumento en la cantidad de animales faenados, en la producción de carne y en los despachos al exterior.
De acuerdo con lo expuesto por el presidente del Consorcio de Exportadores de Carnes Argentinas (ABC), Mario Ravettino, “el sector de la exportación se muestra como el más afectado por la pandemia de coronavirus. Si bien las exportaciones concluirán el año en alza en volumen respecto a 2019 alcanzado las 900.000 toneladas, en valor se ubicaría en USD 2.900 millones, unos USD 500 millones menos que el año previo”. (Lea: Las exportaciones de carne argentina a Estados Unidos crecen más de 2000 %)
Agregó que “este fue un año atípico para lo que es la actividad, concretamente las exportaciones. Ha sido alterado sensiblemente por la pandemia en todo el mundo y consecuentemente afectó a todos los mercados donde nosotros exportamos. Eso hizo que el mercado fuese muy volátil, con altibajos en materia de precios y de posibilidades de ventas. La pandemia cerró prácticamente dos veces el Mercado Común Europeo, que es nuestro mercado de cortes de calidad. Además, tuvimos problemas con China, que es nuestro gran mercado de volumen”.
Sostuvo que “después tuvimos problemas propios de la pandemia, con el ofrecimiento de garantías sanitarias adicionales, protocolos en planta, bilaterales para demostrar todas las condiciones sanitarias que le estábamos poniendo a los productos para garantizar la inocuidad. Esto tanto en China como en todos los mercados hizo que fuera muy cambiante y que no tenga el ritmo habitual en el comercio de carnes, lo que se vio reflejado en los precios”.
Por su parte, el director de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Fernando Canosa, en diálogo con Infobae, manifestó que “quedó muy claro que estamos en condiciones de abastecer la creciente demanda externa que hay y mantener totalmente abastecida la mesa de los argentinos”.
Añadió que “por otro lado venimos aumentando la producción. Claramente, el alto precio del maíz y del ternero ha dejado ganadores y perdedores. Los criadores y los que hacen el ciclo completo son quienes están en mejor posición y quienes han estado más atinados fueron los feedlots. Lo positivo de todo esto es que ha aumentado la cantidad de animales recriados, aumentan los pesos de faena, y esto es algo importante para el futuro”. (Lea: Argentina y Brasil tuvieron récord de exportaciones de carne mientras que las de Uruguay cayeron)
La actividad cerró el año con una faena de 14 millones de cabezas y exportaciones por 900.000 toneladas, aunque en valores cayeron casi USD 500 millones. Sin embargo, afectó la baja de precios internacionales, el menor consumo interno y mayores costos, entre otros problemas
Para el presidente de la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas (FIFRA), Daniel Urcía, el año para la actividad fue “difícil” producto de la pandemia, aunque el sector lo pudo sortear logrando una mayor producción de carne, aumentando las exportaciones y también alcanzado un mayor consumo interno, que según el dirigente, se ubica en torno a los 51 kilogramos por habitante por año.
De acuerdo con Canosa “la ganadería lejos de ser un negocio solo para los ganaderos ha demostrado que es una de las actividades que más ha crecido en los últimos años y que más divisas puede traer al país. Por otro lado, es un gran generador de mano de obra. Lejos estamos de los tiempos donde se liquidaba hacienda. Hoy en día la industria está en expansión y esto demanda más mano de obra”.
“Fue un año muy difícil, porque indudablemente la situación de la pandemia es algo que ninguna actividad estaba preparada para enfrentarla. En el caso de la actividad frigorífica podemos considerar que la sorteamos muy bien. Primero al ser una actividad esencial se trabajó todo el año y se cierra no solo con una mejor faena con más de 14 millones de cabezas, sino también mejorando la producción de kilos por animal faenado. Esa mayor producción posibilitó que haya un mayor consumo interno respecto a 2019 y mayor volumen de exportación, que lamentablemente no fue acompañado por precios, con una caída del 30% (en valor). Ese fue el punto negativo del año”, explicó Urcía. (Lea: Industria frigorífica de Argentina reclama incentivos de inversión)
Otro de los motivos por los cuales el dirigente asegura que subió el consumo interno se lo atribuye a que “la carne tuvo un precio muy competitivo durante los primeros 11 meses del año. Incluso el aumento del maíz, que comenzó en agosto, recién en los precios de la hacienda en pie se vio a finales de noviembre, por lo que hubo una absorción por una parte de la cadena que fueron los engorde a corral”.
Para 2021, a pesar de la pandemia, en el sector son optimistas y creen que podrá continuar el crecimiento. En el caso de la exportación, observan al primer trimestre como crucial, en el cual se definirá todo el año. Hace algunos meses se presentó un plan al presidente Alberto Fernández para aumentar las exportaciones hasta las 1,25 millones de toneladas, permitiendo un ingreso de divisas por USD 5.500 millones.
En este sentido, Ravettino planteó que desde la Cámara proyectan que “en los primeros meses vamos a seguir en esta situación, tal vez en el primer trimestre, y una vez que haya sido vacunado un porcentaje importante de la gente, esta situación tienda a normalizarse y las empresas tendrán que retomar su mayor caudal de producción, comercialización y exportaciones. En este primer trimestre se va a definir todo el año”.
Por último, Canosa indicó que la importante entrada de divisas por parte de la actividad se puede consolidar y Argentina puede seguir aumentando la producción, pero hace falta que no haya intervenciones en los mercados, para producir más y derivando carne al exterior”.