Los recientes focos de la enfermedad en nuestro país no solamente provocaron el cierre de varios mercados internacionales, sino que también ocasionaron una emergencia en naciones de Sudamérica y Centroamérica. Tan pronto se conoció la noticia del primer foco de fiebre aftosa en Colombia luego de 8 años de haber obtenido el estatus libre de la enfermedad, países como Chile y Perú tomaron medidas para frenar la comercialización de ganado vivo y productos cárnicos y lácteos. A esta determinación se sumaron otros como Ecuador, Panamá, Curazao y Rusia, que se había convertido en el principal comprador de carne con alrededor del 30% de las exportaciones. (Informe: Se cumple un mes del primer brote de fiebre aftosa) Por su parte, México suspendió de manera preventiva la importación de productos lácteos, a pesar de que Colombia no vendía a ese mercado. En un comunicado, el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) informó que hay 6 pasteurizadoras en Cundinamarca que tenían autorización para exportar. Sin embargo, con la aparición de 2 focos en este departamento, la entidad sanitaria mexicana determinó suspender la certificación. Esto obedece a una férrea posición de los productores de evitar la comercialización de animales y productos que puedan ser vehículo de la fiebre aftosa, pues el país erradicó la enfermedad en 1954. En Centroamérica, países como Nicaragua y Costa Rica han evidenciado su malestar por los recientes brotes, como lo han hecho los gremios ganaderos y las autoridades de ambos países. (Lea: ¿Qué solicitó Fedegán a COSALFA en la pasada reunión extraordinaria?) Por ejemplo, en Costa Rica, el Servicio Nacional de Salud Animal (SENASA), incrementó las medidas preventivas por el brote en Arauca, reforzando la vigilancia en fronteras a pesar de que no importa ningún producto de ganado. Además, en este país nunca se ha detectado el virus. En cuanto a Nicaragua, los ganaderos pidieron redoblar controles en todas las entradas al país para evitar el ingreso del agente infeccioso. La Comisión Nacional Ganadera de Nicaragua, Conagan, pidió no permitir el ingreso de productos cárnicos y lácteos procedentes de América del Sur, mientras que el Instituto de Protección y Sanidad Agropecuaria, IPSA, informó que ya estaban tomando precauciones para evitar el contagio. Según René Blandón, presidente de Conagan, Nicaragua envía carne procesada y ganado en pie a Venezuela, mientras que ellos no le compran nada, por lo cual el riesgo está minimizado. (Lea: Aftosa: un desastre anunciado en COHEFA 13) En Suramérica, países como Ecuador, Perú y Chile restringieron las importaciones que tenían desde Colombia, mientras que Argentina brindó su cooperación en la lucha contra la enfermedad. En efecto, el Gobierno argentino ofreció su ayuda para resolver la crisis. El ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, se comunicó con la cartera de Agricultura en Colombia para aportar la experiencia de este país y erradicar el virus. "Ofrecimos ayuda a través de personal técnico como así también compartiendo la exitosa experiencia argentina de la lucha contra la fiebre aftosa en la que están involucrados el sector gubernamental y el privado", expresó Buryaile, según una nota de prensa de la cartera ministerial. Finalmente, una comisión internacional encabezada por el director del Centro Panamericano de Fiebre Aftosa (Panaftosa) y la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) apoyará y acompañará a Colombia en la erradicación del brote de fiebre aftosa. De acuerdo con Luis Humberto Martínez, gerente del ICA, el Gobierno y la autoridad sanitaria esperan que el país recupere su estatus libre de la enfermedad en un plazo de 3 meses. (Lea: ¿Por qué se han presentado de nuevo brotes de aftosa en Colombia?)