Dentro de la estrategia “De la granja a la mesa” presentada por la Comisión Europea el pasado 20 de mayo, se encuentra un aparte dedicado a la ganadería que busca la promoción de prácticas sostenibles para el cuidado del medio ambiente y el bienestar animal.

Esto hace parte de la adopción de estrategias de biodiversidad que constituyen partes centrales del nuevo Acuerdo Verde Europeo (European Green Deal).

De acuerdo con la Comisión, la crisis ocasionada por el nuevo coronavirus evidencia la importancia de contar con “sistema alimentario sólido y resiliente”. (Lea: La iniciativa en Europa para producir carne bovina con menor huella de carbono)

Este sistema debe funcionar en todas las circunstancias y ser capaz de garantizar a los ciudadanos “un suministro suficiente de alimentos a precios asequibles”. Pero también está amenazado por el aumento de sequías, inundaciones, incendios y plagas.

Por esta razón, la estrategia plantea objetivos ambiciosos, como reducir en 50 % el uso y riesgo de plaguicidas químicos y en 50 % los plaguicidas más peligrosos a 2030; o disminuir las pérdidas de nutrientes en un 50 % como mínimo para no deteriorar la fertilidad del suelo.

Con esto se pretende bajar el uso de fertilizantes en 20 % hasta 2030, así como la venta de antimicrobianos para animales de granja en 50 % en 10 años. (Lea: Colombia ya puede exportar a la Unión Europea productos con leche nacional)

Específicamente en el sector de la producción ganadera, la estrategia sostiene que “la cría de animales es parte integrante de la agricultura europea y de los sistemas alimentarios de la UE”, por lo cual apuntan a una producción sostenible para reducir el impacto medioambiental.

En este sentido, se busca fomentar la demanda de alimentos sostenibles con el etiquetado, que también incluya una etiqueta de bienestar animal para vincular los esfuerzos de los productores en esta materia con la demanda de los consumidores.

Asimismo, la Comisión facilitará “la introducción en el mercado de aditivos sostenibles e innovadores para piensos que ayuden a reducir la huella de gases de efecto invernadero (GEI) y la contaminación del agua y del aire”. (Lea: Europa se preocupa por proteger sus razas criollas)

Con el fin de animar a los consumidores a optar por alimentos producidos de forma sostenible, se está llevando a cabo una revisión del programa de promoción de la UE para productos agrícolas, con miras a aumentar su contribución a la producción y el consumo sostenibles.

Finalmente, la estrategia resalta que “el bienestar animal mejora la salud de los animales y la calidad de los alimentos, reduce la necesidad de medicación y puede contribuir a preservar la biodiversidad”, por lo cual la Comisión está evaluando disposiciones relativas al transporte y sacrificio de animales.