Un gobierno comprometido y un ICA con un programa de control y erradicación de la tuberculosis eficiente aumentarán el número de hatos bovinos certificados como libres de la enfermedad. En la actualidad, no más de 11 mil de los 478 mil 80 predios existentes están avalados.

La tuberculosis bovina es una de las enfermedades que están en la mira mundial porque se transmite al ser humano, disminuye la producción de leche y los animales seropositivo se sacrifican.

Los países certificados como libres de la enfermedad tienen más opciones de exportar sus productos lácteos; además, los predios sin focos de tuberculosis no se someten a perder sus animales, aunque reciban una compensación monetaria por animal sacrificado, que en todo caso siempre será inferior al precio real de la res. En Colombia se indemniza hasta 3 salarios mínimos legales mensuales vigentes.

Ismael Zúñiga, subgerente de salud y bienestar animal del Fondo Nacional del Ganado, FNG, de la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, dijo que Colombia necesita una autoridad sanitaria y un Ministerio de Agricultura que “trabajen con seriedad por el control y erradicación de la enfermedad”.

Ese esfuerzo serio se vería recompensado a corto plazo con la certificación de zonas libres de tuberculosis y en un periodo más extenso con la declararatoría del país como territorio libre de la patología. (Lea: Aumentan importaciones de lácteos en una Colombia poco competitiva) 

Sin embargo, en Colombia no más de 11 mil predios están certificados libres de la enfermedad por parte del Instituto Colombiano Agropecuario, ICA, indicó Zúñiga, al considerar que la autoridad sanitaria del país no debe esperar más tiempo para la reorganización del programa de control de la tuberculosis.

“Actualmente, el programa de control y erradicación de la enfermedad necesita reformulación. No estamos de acuerdo con que el ICA diga que se organizaría el programa en 8 meses, eso obligaría a esperar a 2015”, dijo el subgerente de salud y bienestar animal de Fedegán-FNG.

Zúñiga manifestó que el programa de control y erradicación de la tuberculosis está en manos de personal contratado por el ICA, mediante la modalidad de tercerización, y a su vez del Instituto.

Es decir, no está definido el control de una sola fuente, lo que genera dudas en la operatividad y efectividad del programa.

“El control de la enfermedad a nivel de finca se maneja con muestras y se puede adelantar paralelo con la brucelosis, y lo pueden hacer a través de terceros, pero están a medias, porque unas hacen cosas los particulares y otras el ICA”, afirmó Zúñiga.

Un país exportador

El sector ganadero de leche es el más afectado con la tuberculosis por la merma en la producción y el sacrificio obligatorio de la res. 

Mariano Restrepo, presidente de la Federación de Lecheros de Antioquia, Fedelán, expuso que el Gobierno Nacional se debe poner “serio” en la erradicación de la tuberculosis y brucelosis bovina para tener admisibilidad sanitaria que permita la comercialización de lácteos a mercados del exterior.

“Eso se hace con inversión y políticas, no es tarea plena del ganadero”, recalcó Restrepo.

El ICA anunció que evaluará su desempeño como autoridad sanitaria y fitosanitaria con la participación de funcionarios, gremios, universidades, organizaciones de productores y más entidades oficiales. (Lea: Fomentan la compra de leche de hatos libres de enfermedades)

La medición del desempeño estará a cargo del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura, IICA, entidad que hecho la valoración en 34 países miembros Latinoamérica.

“Esta evaluación nos permitirá diseñar una serie de estrategias que reorienten aquellos aspectos que son claves para mejorar y fortalecer el accionar del ICA. Este plan de trabajo será puesto a consideración del Ministerio de Agricultura, que a su vez lo presentará al Banco de Desarrollo Interamericano, BID, con el fin de lograr apoyo económico para implementarlo”, dijo Luis Humberto Martínez Lacouture, gerente general del ICA en un comunicado.

Avances en otros países

Investigadores del INTA junto con el Ministerio de la Producción de Santa Fe, en Argentina, desarrollaron una técnica con la que se detecta, y mejor aún, se controla la tuberculosis bovina.

Consiste en someter la leche a pruebas de bacilos de la enfermedad de forma rápida con la técnica de Reacción en Cadena de la Polimerasa, PCR, que sirve para ampliar un fragmento de ADN a partir de una muestra pequeña del producto. (Lea: Panorama sanitario mundial en los 90 años de trabajo de la OIE)

El resultado es la identificación del patógeno específico buscado, lo que es un reto que evoluciona la ciencia, debido a que la prueba se hace con animales negativos porque no habría sentido hacerla con los que han dado positivo a la enfermedad a los que se les debió practicar la tradicional tuberculina.