El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria, Senasa, y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, INTA, en Bariloche, Argentina impulsan los programas de control y prevención de la brucelosis bovina desde inicio de 2014.

Las estrategias apuntan a hacer más uso de las nuevos tecnologías, aumentar visitas a predios para observar el estado de los hatos ganaderos e incluir a pequeños productores en los planes de ayuda para erradicar la enfermedad.

Carlos Robles, coordinador del programa de prevención de brucelosis en INTA, aseguró que se definirán objetivos puntuales para reducir los casos de brucelosis en Bariloche y certificar hatos bovinos. (Lea: Pruebas para diagnosticar brucelosis subieron de precio)

En Colombia se vacuna contra la brucelosis con el inmunológico Cepa que es gratuito o la dosis Rb 51 que tiene un costo de $2.950. Ambas se aplican en los 2 Ciclos de Vacunación liderados cada año por la Federación Colombiana de Ganaderos y el Fondo Nacional del Ganado, Fedegán-FNG, en todo el territorio con un equipo de más de 3.000 profesionales.

Olga Franco, profesional de la Coordinación de Seguimiento Epidemiológico de Fedegán-FNG, señaló que “un mes antes de iniciar el Ciclo de Vacunación, en todo el país se visitan los predios ganaderos y se les fija una fecha para que tengan el ganado listo a fin de realizar la vacunación; además se realiza publicidad radial, perifoneo y se entregan volantes informativos”.

Sin embargo, luego del proceso de aplicación de las dosis, los ganaderos que quieren certificar sus predios como libres de la enfermedad, están obligados a costear varias pruebas, según dicta ley que mediante resolución modificó el costo de los diagnósticos, lo cual no siempre puede ser asumido por el productor.

Los costos de las pruebas aumentaron entre 2 y 6% para el 2014, según lo revela la resolución 005312 del 20 de diciembre de 2013 “por medio de la cual se actualizan las tarifas de los servicios técnicos que presta el Instituto Colombiano Agropecuario, ICA”, entidad que certifica las fincas libres de enfermedades vacunas. (Lea: Por cuenta del ICA, Colombia podría perder su estatus sanitario)

“El control de la brucelosis se hace con vacunación. En los ciclos se vacunan todas las terneras de 3 a 8 meses de edad y luego las fincas buscan la certificación del ICA y para eso deben hacer pruebas, pero eso demanda un proceso largo y es de alto costo”, afirmó José Reinaldo Suárez Urrutia, profesional de Gestión Productiva y Salud Animal de Fedegán, en Tunja, Boyacá.

Falta política pública

El profesional de Fedegán en Boyacá manifestó que la certificación de predios trae beneficios al negocio ganadero porque cada productor recibe de la industria láctea $10 por litro de leche vendido.

Y aun cuando la meta es tener todo el territorio libre de la enfermedad, solo el mejoramiento de las políticas públicas para la ganadería podrían hacer que el objetivo se cumpla a corto plazo.

“Ojalá Colombia fuera libre de brucelosis como se hizo con la aftosa, pero falta una política pública que diga que esas muestras pueden ser subsidiadas por regiones, primero el norte, luego el sur y centro del país. Puede ser con la Rosa de Bengala o Eliza Competitiva”, reiteró Suárez Urrutia.

La prueba de Rosa de Bengala tenía un costo de $5.400 y ahora está en $6.000, mientras que la Eliza Competitiva pasó de $25 mil 600 a $26 mil. Cabe mencionar que el Gobierno Nacional anunció en 2013 que dichos diagnósticos no subirían su valor, lo cual se incumplió. Además, el precio por litro de leche pagado al producto sigue igual que el año anterior, no superior a $850. (Lea: Enfermedades que afectan al ganado)

El profesional de Fedegán agregó finalmente que otro de los beneficios de conseguir el estatus sanitario es la apertura comercial de carne y leche a nuevos mercados. 

Animales que padecen brucelosis

Es una enfermedad zoonótica que provoca la disminución de hasta 20% en la producción de leche, abortos, nacimiento de crías débiles, infertilidad en los machos con atrofia de los testículos.

Los humanos pueden adquirir brucelosis por consumo de leche cruda proveniente de animales contagiados.