En un informe publicado de cara a la cumbre mundial del clima prevista el 23 de septiembre en Nueva York, se admitió que queda poco tiempo para lograr las metas de la ONU sobre cambio climático pero que no por ello hay que abandonarlas.
"Para la ciencia queda claro que el cambio climático superior a los 2º Celsius conlleva el riesgo de un daño grave e irreversible para el bienestar de la humanidad y las perspectivas de desarrollo en todos los países", agregaron.
El llamado conjunto es obra de unas 30 instituciones de 15 países --incluyendo Brasil y México-- que representan más del 70 % de las emisiones globales.
La Tierra se dirige hacia un aumento de 4ºC o más de su temperatura para 2100, una hipótesis que implica un mayor riesgo de hambrunas, desaparición de especies y de viviendas, a causa de una elevación del nivel del mar, advierten los expertos. (Lea: Colombia y Costa Rica contribuyen con reducción de emisiones de CO2)
Si se posterga o abandona la meta de los 2ºC, advierten, "no hay perspectivas realistas" de volver a fijar otra meta cuantitativa. "Hay que preservar el límite de los 2ºC como una herramienta invalorable para lograr una movilización internacional".
El informe interino del DDPP (Deep Decarbonization Pathways Project) apunta a brindar una asesoría práctica de cara a la reunión de Nueva York, que es una etapa importante antes de la conferencia de París prevista en diciembre de 2015, en la que se esperaba alcanzar la meta de los 2ºC a nivel global.
El documento fue remitido el martes al secretario general de la ONU Ban Ki-moon, que presidirá la reunión, y al gobierno francés, anfitrión del evento a realizarse bajo los auspicios de la Convención marco de las Naciones Unidas sobre el cambio climático (CMNUCC).
"Una acción nacional ambiciosa es fundamental para evitar un peligroso cambio climático", dijo Ban en un comunicado publicado en Nueva York. "Este informe muestra lo que es posible hacer".
Descarbonización
Para tener la oportunidad de alcanzar la meta de los 2ºC, considerando que la población global pasará de 7.200 millones a 9.500 millones de habitantes a mediados del siglo, los países deberán reducir sus emisiones promedio de dióxido de carbono (CO2) de las 5,2 toneladas actuales a 1,6 toneladas para 2050, indica el informe.
Ello implica que la emisiones anuales ya deberían alcanzar su máximo y comenzar a reducirse.
"Ya no tenemos más tiempo para alcanzar este límite crucial", dijo Jeffrey Sachs, director del Instituto de la Tierra de la Universidad Columbia de Nueva York, al frente de la red que elaboró el documento. (Lea: Lanzan herramienta para controlar emisiones de carbono de agricultura)
El informe señala a las energías fósiles como principal responsable de las emisiones de carbono.
Traza "senderos" a nivel nacional gracias a los cuales las emisiones de CO2 vinculadas al consumo de energía por los 15 principales emisores de CO2 podrían caer de 22 mil 300 millones de toneladas anuales a 12 mil 300 millones de aquí a 2050.
Sin embargo, aunque se logre esa meta, la medida solo tendría dos tercios de probabilidades de alcanzar la reducción de 2ºC esperada.
El informe sugiere una estrategia en tres puntos para "descarbonizar" las matrices energéticas nacionales:
-- Eficiencia energética: Mejor transporte, edificios y oficinas que estén mejor diseñados para reducir el consumo energético, y procesos industriales de reciclaje energético.
-- Electricidad : Reemplazar estaciones energéticas convencionales que consumen combustibles fósiles (petróleo, gas o carbón) por generación hidráulica, eólica, solar, geotérmica o nuclear. Aunque el carbón y el gas sigan presentes como fuentes energéticas para generar electricidad, deberán asociarse con técnicas de captura y almacenamiento de carbono, una tecnología que todavía se encuentra en la etapa experimental.
-- Combustibles alternativos: Los combustibles fósiles utilizados para el transporte y la industria deberán optar por fuentes de baja emisión de carbono, incluyendo la biomasa. (Lea: La emisión de gases en la ganadería será fuente de energía renovable)
Implementar esa estrategia requiere una inversión "masiva" en tecnología limpia, advirtió Sachs en una teleconferencia con periodistas.
Con la mirada puesta en las promesas de reducción de carbono que cada país debe hacer a principios del año próximo en las negociaciones de la CMNUCC, el informe indica que la meta de descarbonización obliga a los gobiernos a pensar en el largo plazo.
"La descarbonización profunda no ocurrirá en el largo plazo y no hay varita mágica", agregó.
"Requiere cambios importantes en las matrices energéticas de los países y los sistemas de producción que se deben implementar en el largo plazo. Las decisiones que se toman hoy en la generación de energía y la infraestructura de transporte tendrán un impacto en las emisiones futuras de gases con efecto de invernadero".
El año que viene, la versión final del informe incluirá detalles sobre los costos y los beneficios de la descarbonización profunda.
Los 15 países que participaron son Australia, Brasil, Bretaña, Canadá, China, Francia, Alemania, India, Indonesia, Japón, México, Rusia, Sudáfrica, Corea del Sur y Estados Unidos.