Granjeros de este país han sido denunciados porque sus animales de granja, como vacas, cerdos e incluso un gallo han ocasionado molestias a sus vecinos. Solamente en noviembre se presentaron 2 casos, con cifras que van de los 6.000 hasta casi los 60 mil euros.
El cobro más reciente fue impuesto a 2 criadores de cerdos en la comuna de Aniche, al norte de Francia, que también recibieron la multa más alta: 58 mil 700 euros por las molestias olfativas y sonoras de sus verracos. (Lea: Colombia reglamenta el bienestar animal)
De acuerdo al reporte de la cadena radial Europe 1, los propietarios fueron condenados a pagar la elevada contravención por el olor y la contaminación acústica de los cerdos que afectaron a los vecinos, así como el retraso para trasladar a los animales ante la petición.
"Nos encanta nuestro trabajo, pero con esto nos han metido palos en las ruedas, es difícil", confesó para ese medio Nathalie, la granjera que era propietaria de los cerdos junto con su esposo. (Lea: Aplique estas pautas para mantener la higiene en el ordeño)
A finales de 2016, su vecina decidió revalorizar el terreno de 5.000 m2 y cambiarlo para otro tipo de uso. De acuerdo con Nathalie, “la única forma era mover a los puercos, excepto que solo nos dieron 3 meses", un tiempo muy corto para solicitar el permiso y llevar a cabo.
La vecina decidió interponer una demanda contra la pareja en la corte por las molestias por el ruido y el olor relacionados con la granja de cerdos. Si bien los cerdos terminaron siendo trasladados, sus propietarios acumularon multas por retraso: 200 euros por día, 58 mil en total.
Para Michel Roger, miembro de la Unión Agrícola de Douai, esta situación es incomprensible. "¡Hoy la profesión dice alto! No queremos más juicios de la ‘clase alta’. ¿Por qué deberían irse porque un vecino ha decidido cambiar el destino de su tierra?”, afirmó.
Un gallo ruidoso y vacas malolientes
Una semana antes, en el pueblo de Lacapelle-Viescamp Lacapelle-Viescamp en el departamento de Cantal (sur de Francia), el Tribunal de Casación en París decidió imponer al ganadero Nicolas Bardy, una multa de 8 mil euros. (Lea: ¿Por qué las vacas braman?)
El productor fue denunciado desde 2001 por sus vecinos jubilados, debido que sus vacas expedían olores fuertes así como los fardos de heno almacenados causaban incomodidad. A pesar de que su familia estaba asentada allí desde el siglo XIX y de su propuesta de mover sus vacas 800 metros en un nuevo establo que costó 120 mil euros, no fue suficiente.
"Sospechaba que no se saldrían sin nada. Cuando estamos en este nivel de estupidez... Los olores son parte del folklore y el campo", expresó indignado en las columnas del periódico La Montaña. Con la solidaridad de su pueblo, recaudó 11 mil euros para pagar la deuda.
El otro caso tiene que ver con el gallo Maurice, que en julio de este año se volvió famoso porque otra pareja de pensionados también denunció que el animal los despertaba muy temprano en las mañanas. En esta ocasión, el gallo salió victorioso en la batalla jurídica.