Muchos ganaderos no permiten que los medicamentos salgan del organismo del animal perjudicando la calidad de carne y leche que llega a la mesa de quienes adquieren los productos.
En México, nuevamente están inspeccionando los bovinos para determinar si tienen rastros de químicos prohibidos o de uso restringido. Esto porque todavía muchos ganaderos no le conceden la importancia requerida a un tema que perjudica la calidad de los productos que ofrecen para el consumo humano.
En el caso del país azteca, la verificación del estado de las reses se hace para conocer si hay restos de clembuterol, esteroide prohibido en las explotaciones pecuarias.
La Comisión Federal de Protección contra Riesgos Sanitarios se encarga de la recolección de las muestras de sangre y orina de las reses, para lo cual eligen bovinos al azar. La evaluación clínica se hace en un laboratorio para tener resultados seguros. (Lea: El uso y abuso de medicamentos en la ganadería)
En México la inspección se realizó de manera sorpresiva en una planta de beneficio de San Francisco del Rincón por un caso de intoxicación provocado por el consumo de carne con clembuterol.
Si se encuentran bovinos con partículas del químico se sancionará al frigorífico, y en casos más severos, se procede a su sellamiento.
Jesús Mario Vázquez Gómez, director del frigorífico, señaló al medio mexicano El Sol de León, que es la primera vez que la Comisión lleva a cabo una supervisión a los bovinos que llegan al lugar para su sacrificio, estimando que esta acción obedece a que en la planta de beneficio se cuenta con un promedio de 10 usuarios del vecino municipio de León.
En Colombia hay restricción del clembuterol en la ganadería, según dijo Guillermo Alarcón, profesional administrativo de la subgerencia de salud y bienestar animal de la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán. Su uso se limita al relajamiento de los músculos de las vacas en periodo de parto.
Además de promotores de crecimiento en la ganadería se emplean antibióticos para aliviar enfermedades. Más allá de eso, lo importante, según expresaron expertos, es reconocer la cantidad de dosis a suministrar para no causar daños al animal y esperar a que el químico salga del cuerpo del ejemplar para que la leche o carne no queden con residuos. (Lea: Ganadero, haga uso racional de los fármacos para animales)
Juan Carlos Mayor, médico veterinario y docente del área del zootecnia de la Universidad del Tolima con sede en la San Martín de Cali, recomendó evitar el ordeño y sacrificio de animales que recibieron medicamentos antes de las 72 horas, en promedio. Aunque esto también depende de las dosis suministradas.
Yorjan Martínez Osorio, profesional de gestión productiva y salud animal de Fedegán en Caucasia, Antioquia, dijo que a veces se presenta el uso “indiscriminado” de químicos, cuyos efectos son contraproducentes en las reses y tampoco se conocen los tiempos de retiro de los residuos, tanto en ganadería de carne como de leche.
Señaló que esto se presenta en Colombia por desconocimiento del productor, pero también se sabe de ganaderos que a pesar de haber aprendido sobre el tema ordeñan o envían a sacrificio las reses con residuos de algún medicamento.
“En un futuro los humanos se hacen resistentes a esos residuos y por eso se ven enfermedades esporádicas”, dijo el profesional de Fedegán.
Osorio, al igual que el docente del área del zootecnia de la Universidad del Tolima con sede en la San Martín de Cali, expresó que los tiempos de retiro de residuos varían de acuerdo al tipo de químico, cantidad y tiempo de suministro. (Lea: Uso indebido de antibióticos en vacunos, una mala praxis ganadera)
Por eso, recomendó al ganadero asesorarse para conocer si el producto suministrado es de largo o corto retiro, puesto que algunos de sus componentes pueden sali rápido del cuerpo, pero otros no tanto.
Además, señaló que los tiempos de retiro de químicos en cuerpos de bovinos de leche son más cortos que en animales de carne.
Como mínimo, el ganadero debe esperar 12 horas a que se retire el químico, y de ahí en adelante puede alargarse el tiempo, en especial en ganado de carne del que desaparece más lentamente el residuo por su alojamiento en los músculos, resaltó el profesión de salud animal de Fedegán.
Ordeñar o faenar sin retirar químicos perjudica al ganadero y sus ingresos, por la que los expertos coinciden en la importancia de asesorarse de gente entendida en el tema y que de esta manera se garanticen carne y leche inocuas para el consumidor final.