El país oceánico no tiene granjas infectadas con la enfermedad producida por Mycoplasma bovis y la última propiedad fue limpiada de ganado y declarada libre de la enfermedad. Así lo aseguró el ministro de Agricultura y Bioseguridad, Damien O'Connor, según el portal RNZ.
Detectada por primera vez en Nueva Zelanda en 2017, la enfermedad causa problemas de productividad y bienestar animal, como mastitis (infección de la ubre), neumonía, artritis y mal desarrollo en los terneros.
En 2018, el gobierno junto con la industria dijeron que trabajarían para convertirse en los primeros del mundo en erradicar la enfermedad. (Lea en CONtexto ganadero: Estos son los síntomas de la tuberculosis bovina, una enfermedad de larga duración)
Desde entonces, se han limpiado 280 propiedades de M. bovis. Cuando una granja se infecta, todo el ganado se sacrifica y la propiedad pasa por un proceso de desinfección. Se han pagado más de 150 millones de dólares en compensación a los productores.
«Mirando lo que hemos logrado juntos en los últimos cinco años, estoy seguro de que tomamos la decisión correcta. Siempre supimos que no sería fácil, especialmente para los productores afectados, pero cuando observas el impacto que tiene vivir con M. bovis tiene sobre el bienestar animal y sobre los granjeros, sabíamos que teníamos que intentarlo», dijo O’Connor.
Si bien hubo breves períodos en el pasado en los que no hubo infecciones, se hacían investigaciones de posibles casos. Esta fue la primera vez que no hubo casos ni investigaciones. También anotó que por lo pronto es prematuro declarar a Nueva Zelanda completamente libre de M. bovis.
«Todavía no podemos decir que hayamos alcanzado la erradicación, ya que aún podemos detectar nuevos casos en el futuro; sin embargo, sin una infección confirmada en nuestra vigilancia de antecedentes desde abril de 2022, podemos estar seguros de que nos estamos moviendo en la dirección correcta».
Según el portal Farmers Weekly, O'Connor señaló que todos los indicadores, desde las pruebas de leche hasta la vigilancia del inventario para producción de carne, le dan confianza de que el programa de erradicación de 10 años está funcionando. (Lea en CONtexto ganadero: Así es el control de la brucelosis bovina en América Latina)
Esto ocasionó muchas dificultades para los ganaderos, algunos de los cuales tuvieron que liquidar sus hatos dos veces debido a casos positivos. Por ello, reconoció a estos productores afectados y sus familias. Las estimaciones arrojaron que el costo de la enfermedad fue superior a los USD 790 millones en 10 años.
«Cinco años de arduo trabajo, sacrificio y colaboración con MPI, DairyNZ y Beef+Lamb New Zealand nos han llevado a este hito en el camino hacia la erradicación», remató.