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Reunión de ministro de Agricultura de las Américas en la COP 27

Foto: IICA

internacional

Ministros de agricultura de las Américas sientan posición en la COP27

por: - 31 de Diciembre 1969

Los funcionarios destacaron que la agricultura de las Américas viene fortaleciendo su sostenibilidad desde hace años, incorporando prácticas y tecnologías que tienden a un incremento sostenible de la producción de alimentos y una reducción de su huella ambiental.

Los funcionarios destacaron que la agricultura de las Américas viene fortaleciendo su sostenibilidad desde hace años, incorporando prácticas y tecnologías que tienden a un incremento sostenible de la producción de alimentos y una reducción de su huella ambiental.

El aumento de la inseguridad alimentaria y la situación climática global son dos crisis conectadas que plantean una enorme amenaza al planeta y deben ser abordadas en forma conjunta y urgente, dijeron los ministros de Agricultura de las Américas en un inédito consenso presentado en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP 27) y que busca posicionar fuertemente al sector agropecuario en las negociaciones climáticas.

El consenso se plasmó en el documento Abordando la crisis climática a través de la innovación agrícola y el liderazgo en las Américas, dado a conocer en el pabellón Casa de la Agricultura Sostenible de las Américas en Sharm El Sheik, la localidad egipcia donde se realiza la COP27, y que contó con la participación de ministros, viceministros, y altos representantes de unos 20 países.

En ese marco, Rattan Lal, mayor autoridad mundial en ciencias del suelo y Enviado Especial del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) a la Conferencia, y el director general del IICA, Manuel Otero, advirtieron sobre las iniciativas y propuestas que desatienden los aportes de la agricultura a la seguridad alimentaria y al desarrollo sostenible y, en consecuencia, pueden generar además de desaprovechamiento de oportunidades un agravamiento de la crisis alimentaria y la situación de vulnerabilidad de las personas más pobres.

“Transformamos juntos esa gran agenda agroalimentaria del continente en una sola voz. Hicimos juntos el esfuerzo y logramos ese consenso. Defendemos que no puede haber sostenibilidad ambiental si no hay seguridad alimentaria. Los agricultores no pueden pagar el ajuste de las transformaciones. Debemos tener zonas rurales prósperas porque sin ellas la ecuación será imperfecta. Estamos dando como región una señal de gran madurez porque dentro de nuestra heterogeneidad tenemos una visión”, dijo Otero.

En el documento, que había sido consensuado por ministros y altos funcionarios gubernamentales a partir de un encuentro organizado por el IICA en su sede central de San José de Costa Rica, en el que se discutió el papel estratégico del sector agropecuario de la región para enfrentar el cambio climático, los países de las Américas coincidieron en que las COP presentan una oportunidad para resaltar la relevancia, los aportes y las necesidades de la agricultura de las Américas.

“La integración siempre es un anhelo, un sueño, por eso esto es histórico: dar a conocer este consenso en la COP, un gran espacio, con enorme repercusión, y que está abriendo lugar a la agricultura, reconociendo nuestra participación en la seguridad alimentaria global”, indicó Luis Alberto Villegas, viceministro de Agricultura de Colombia.

El Enviado Especial para la Seguridad Alimentaria Global del Departamento de Estado de Estados Unidos, Cary Fowler, también participó del evento. “Gracias al IICA por este liderazgo en la región. Enfrentamos problemas de gran porte y magnitud. Se está desafiando la producción, la industrialización, el transporte y la distribución de los alimentos, lo que afecta la cantidad, la calidad y la disponibilidad, y esto impacta sobre los más vulnerables. Necesitamos adaptar los cultivos al cambio climático o será imposible responder a la demanda de alimentos”, indicó.

En el texto del documento consensuado también se dio respaldo al proceso global de negociaciones climáticas que tiene un capítulo crucial en Egipto, y se hizo hincapié en que debe favorecer una transición justa hacia una agricultura más adaptada, resiliente al clima, baja en emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y con mayor capacidad para secuestrar carbono.

Estos objetivos, explicaron, deben ser facilitados por mayores inversiones climáticas, niveles efectivos de financiamiento, desarrollo de capacidades y el reconocimiento de que no existen modelos únicos de producción.

Los países de las Américas conforman una región que es una de las principales productoras y exportadoras mundiales de alimentos y, al mismo tiempo, su sector agropecuario es altamente vulnerable al cambio climático.

En ese sentido, en el documento se señala con preocupación que la producción, medios y sistemas de vida, y recursos naturales han sido afectados, lo que ha exacerbado la pobreza y el hambre y ha incrementado la inseguridad alimentaria mundial.

Los ministros destacaron que la agricultura de las Américas viene fortaleciendo su sostenibilidad desde hace años, incorporando prácticas y tecnologías que tienden a un incremento sostenible de la producción de alimentos y una reducción de su huella ambiental. “Por esta razón, afirmamos que la agricultura es parte de la solución a la crisis climática”, se lee en el documento.

Señalaron, además, que la transición en curso de los sistemas agroalimentarios hacia una mayor sustentabilidad requiere de esquemas dinámicos y efectivos de ciencia, tecnología e innovación agrícola, que fomenten la participación de la agricultura familiar y de los jóvenes y una mayor equidad de género en los sistemas agroalimentarios.

Los ministros llamaron la atención acerca de que los costos y riesgos asociados con el impacto del cambio climático en el agro, así como las inversiones necesarias para la transformación de la agricultura, no pueden ser asumidos en forma exclusiva por los productores. Se deben implementar, por esa razón, programas de financiamiento que consideren los presupuestos públicos, el financiamiento internacional para el desarrollo, los sistemas bancarios y los mercados de capitales.

En el documento, al mismo tiempo, los países de las Américas asumieron el compromiso de fortalecer el desarrollo de buenas prácticas agropecuarias y pesqueras orientadas a la mejora en la gestión del agua, la salud y recarbonización de los suelos, la reducción de la pérdida y el desperdicio de alimentos, el fomento de la bioeconomía y la economía circular, el uso racional y preciso de fertilizantes, el fomento de los sistemas agrosilvopastoriles y otras medidas que proveen beneficios compartidos.

También la ciencia debe ser la base de las normas comerciales, sostuvieron, y advirtieron que las medidas adoptadas para combatir el cambio climático no deben constituir una restricción encubierta al comercio internacional.

Los países se comprometieron a continuar fortaleciendo la presencia de los Ministerios y Secretarías de Agricultura, Ganadería y Pesca en los ámbitos de discusión climática nacionales, hemisféricos y globales; con el apoyo del IICA y otros organismos internacionales.

En el encuentro, como se anotó, realizado en el pabellón Casa de la Agricultura Sostenible de las Américas, en el Centro Internacional de Convenciones de Sharm, participaron también los funcionarios gubernamentales del sector agrario de Uruguay, Honduras, Paraguay, República Dominicana, El Salvador, Argentina y Brasil.