La cadena de restaurantes McDonald's actualizó su política de uso de antibióticos en bovinos con el fin de cubrir más de 80% de su cadena de suministro y propiciar la utilización responsable de estos medicamentos.
De acuerdo con información de la empresa, estos esfuerzos se concentran en sus 10 principales países proveedores: Alemania, Australia, Brasil, Canadá, Estados Unidos, Francia, Irlanda, Nueva Zelanda, Polonia y Reino Unido.
Estos objetivos, aclararon, van en sintonía con el concepto Una Sola Salud, así como con la necesidad de reducir la utilización de antibióticos en la ganadería para sumar al combate de la resistencia antimicrobiana, de acuerdo con una nota publicada en el portal ganaderia.com
En su nueva política se indicó que el empleo de estos insumos, sin importar su tipo, deberá adecuarse a los estándares de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), incluyendo la prohibición de aquellos considerados como de importancia crítica para la medicina humana.
“Cuando la implementación de antibióticos sea necesaria, los encargados de las unidades de producción bovina tendrán que seguir la guía de un veterinario calificado y apegarse a las normativas locales y nacionales, respetando las dosis, vías de administración y duración del tratamiento”, indicó la compañía. (Lea: Excesivo uso de antibióticos en ganadería podría generar bacterias resistentes en distintos medios)
Desde McDonald's aclararon que derivado de la existencia limitada de datos sobre el uso de antimicrobianos en el sector, buscarán asociarse con las respectivas industrias para contar con información pertinente que permita atender las condiciones particulares de cada país.
Así mismo, indicó la compañía que “las hamburguesas son parte integral de nuestro menú, pero esa es solo una de las razones por la que nos comprometimos a lograr una mayor producción de carne de fuentes sostenibles. Queremos mejorar las prácticas ambientales relacionadas con la manera en que se produce la carne, marcar una diferencia positiva en las vidas de los productores y mejorar la salud y el bienestar de los animales. Al unir fuerzas con nuestros asociados, nuestra meta de la sostenibilidad de la carne vacuna es lograr cambios en la industria y a nivel mundial.
Señaló la empresa que el desarrollo de mejores estrategias para reducir y eliminar la dependencia de estos medicamentos, es responsabilidad tanto de los productores y médicos veterinarios, como de la industria farmacéutica y la cadena de suministro, por lo que todas las partes deben colaborar para lograr dichos objetivos.
Preocupación mundial
Con el objetivo de impulsar los trabajos que contrarresten la Resistencia Antimicrobiana, diversos organismos como la FAO, la ONU y la OMS fortalecerán su colaboración con los especialistas del sector pecuario, que buscan que para 2030 se reduzca el uso indiscriminado de los antibióticos en los sistemas de producción de proteína animal.
Diversos organismos internacionales coincidieron en combatir la Resistencia Antimicrobiana (RAM) a nivel global, con una alianza para reducir hasta en 50 % la utilización de antibióticos en el sector agroalimentario. (Lea: Lanzan una nueva plataforma frente a la resistencia a antibióticos)
Durante el desarrollo de la Tercera Conferencia Ministerial Mundial de Alto Nivel sobre Resistencia a los Antimicrobianos, se puso como objetivo el año 2030 para cumplir este propósito, para lo cual se contempla echar mano del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
Dentro de sus objetivos, los organismos eliminarían la implementación de antibióticos considerados para promover el crecimiento de las especies de producción, esto para evitar afectar negativamente su eficacia.
Los países que integran estas entidades se comprometieron a desarrollar, e implementar planes nacionales de acción respecto a la RAM, con los cuales se hará sinergia con el sector privado para la vigilancia en la utilización de antibióticos.
La directora general de la OMSA, Monique Eloit enfatizó que para abonar en el alcance de dichas metas, es fundamental fortalecer las prácticas de bioseguridad en el sector pecuario, particularmente la vacunación.