En Brasil y en Chile hay crisis lechera como consecuencia de la desaparición de los tamberos y otros factores que agudizan el sector lácteo en estos países que conforman la región.

La producción lechera global actual atraviesa una crisis de desaparición de productores en varias zonas de Latinoamérica y Suramérica, donde al parecer, las circunstancias no son excepcionales a esta regla, pues según datos expresados en el censo de 2017, en los últimos años se han salido del negocio varios productores de leche. (Lea: Recolección formal de leche no repunta, cayó más de 13 % en abril)

De acuerdo al Censo Agrícola 2017, publicado recientemente por el Instituto Brasilero de Geografía y Estadísticas, IBGE, el número de propiedades que producían leche de vaca en Brasil esta en 1.176.295 en 2017, información que fue difundida por el Observatorio de la Cadena Láctea.

Esto representa un 13% más bajo que lo monitoreado por el Censo Agrícola 2006, que totalizó 1.350.809 establecimientos. Por lo tanto, durante este intervalo de once años, se tiene una cifra aproximada de pérdidas de 175.000 propiedades lecheras.

Entre ellas se destacan pequeños productores de hasta cinco hectáreas, cuyo número se redujo en un 22%.

Basado en esto, de 1.176.295 productores lecheros mapeados en el Censo 2017, solo 634.480 comercializaron su producción de leche. Por lo tanto, la leche consumida por la mayoría de los brasileños proviene solo del 54% de los ganaderos. (Lea: Acopio formal de leche cayó más de 9% en el primer trimestre de 2019)

De ese porcentaje, el 46% restante se encuentra en un ‘ir y venir’ en el mercado, dependiendo de los precios pagados y la rentabilidad de la actividad durante ese periodo de tiempo.

En el caso de Chile, la información proporcionada por la Oficina de Estudios de Políticas Agrarias, del Ministerio de Agricultura, manifiesta que la recepción nacional de leche cruda anotó un retroceso de un 2,2% en septiembre de 2019, en relación al mismo mes del año pasado, acumulando de esta forma, seis meses consecutivos de índices a la baja.

Finalmente, esta enorme fragmentación contribuye significativamente a las fluctuaciones de los precios en el mercado y la inestabilidad de las cantidades pagadas a los productores. (Lea: Preocupa la calidad sanitaria de la leche)

Fuente: Infocampo - Biobiochile