La perspectiva de un acuerdo rápido de libre comercio, TTIP, entre Estados Unidos y la Unión Europea, UE, parece cada vez más remota, tras la filtración de documentos que muestran la persistencia de importantes obstáculos. Bruselas y Washington, que mantienen espinosas negociaciones comerciales desde mediados de 2013, intentaron minimizar la repercusión de los documentos confidenciales del tratado revelados por Greenpeace, lamentando "malentendidos" e interpretaciones "engañosas" del contenido de los documentos filtrados. El éxito del acuerdo parece cada vez más incierto, a pesar de la voluntad del presidente estadounidense Barack Obama, quien espera poder cerrarlo antes de fin de año. (Lea: Más de un millón de firmas contra el TLC entre la UE y EE.UU.) "A esta altura" de las negociaciones, "Francia dice no", pues "no estamos de acuerdo con el libre comercio sin reglas", declaró este martes el presidente francés, Francois Hollande. "Nunca aceptaremos comprometer principios esenciales para nuestra agricultura, nuestra cultura, para la reciprocidad en el acceso a los mercados públicos", declaró. Horas antes, el ministro de Comercio Exterior francés, Matthias Fekl, había estimado que un cese de las negociaciones sobre el TTIP parecía "la opción más probable", debido a "la actitud de Estados Unidos". Fekl, representante de su país en las discusiones, aseguró que "no puede haber un acuerdo sin Francia, y mucho menos contra Francia". "Las 2 partes todavía están muy lejos en las negociaciones y aún están pendientes algunos asuntos de central importancia", afirmó a la AFP Edward Alden, del Council on Foreign Relations, un grupo de reflexión de Washington. (Lea: Reanudan negociaciones UE-EE.UU. sobre divergencias en el TTIP) Con el TTIP, también llamado TAFTA, la Unión Europea y Estados Unidos buscan eliminar sus barreras arancelarias y reglamentarias. Pero entre las partes existen varios puntos de discordia, tanto sobre la apertura de los mercados como sobre el mecanismo de protección de inversores que pide Washington. Al cerrarse la 13a ronda de negociaciones la semana pasada, los 2 bloques se congratularon de los avances logrados y de mantener un diálogo "constructivo", aunque se denotaba cierta irritación europea sobre la negativa estadounidense de abrir las licitaciones públicas a la competencia europea. Elecciones en Europa, un riesgo para el TTIP Pero el tiempo se está acabando. Ardiente defensor del TTIP, el presidente Obama dejará la Casa Blanca en enero y su sucesor que será electo en noviembre podría estar menos dispuesto a promover el libre comercio, que causa temor en Estados Unidos. Las inquietudes también existen en Europa. "Si no se logra concluir el acuerdo durante el gobierno de Obama, probablemente tendremos que esperar las diferentes elecciones en Europa de 2017 para que avancen las negociaciones", aseguró a la AFP Mark Wu, profesor de derecho en la universidad de Harvard y exfuncionario de la Representación estadounidense de Comercio Exterior (USTR, en inglés). El año que viene se celebran elecciones generales en dos de las principales potencias europeas, Francia y Alemania, donde el TTIP ya se debate apasionadamente y podría enardecer las campañas electorales. Entre tanto, Berlín también declaró sus reservas, al pronosticar un "fracaso" de las negociaciones si Estados Unidos no hacía más concesiones. La posible salida del Reino Unido de la Unión Europea, que será zanjada por un referéndum el 23 de junio, tampoco ayuda. "Es un período de inmensa incertidumbre para las políticas comerciales tanto en Estados Unidos como en Europa", subrayó Alden. La filtración de Greenpeace del contenido de las negociaciones podría también contribuir a endurecer las críticas de la sociedad civil. "Va a ser más difícil intentar allanar las diferencias" entre las dos partes, presagió Wu. (Columna: Sin acuerdo en sector lácteo no habrá TPP) Siguiendo a sus pares europeas, la organización ambientalista estadounidense Sierra Club vituperó, de hecho, el acuerdo que según la ONG va "en el sentido contrario de la historia", mientras que la ONG Public Citizen afirma que los documentos filtrados demuestran "el enorme poder" concedido a las multinacionales. No es el primer contratiempo que encuentra el TTIP: en 2014 ya había sufrido por las revelaciones sobre el espionaje generalizado de la poderosa agencia de inteligencia estadounidense NSA en Europa. Sin embargo, el obstáculo esta vez parece más difícil de sortear y podría resultar en una reducción de las expectativas del tratado, a pesar de que Washington y Bruselas dicen oponerse a una versión moderada del TTIP. (Lea: Comienzan las negociaciones del TLC más grande del mundo) "Las 2 partes preferirán siempre un TTIP 'light' que un fracaso completo", presagió Alden.