Una ganadería en Australia brinda terapia de salud mental permitiendo que los pacientes abracen las vacas, lo que promueve la calma y mejora el ánimo. Este caso recuerda al “koe knuffelen”, la práctica de abrazar vacas desarrollada en Países Bajos y que se ha extendido a otros países.
Lawrence Fox fundó Cow Cuddling Co., una empresa social de terapia de vacas afuera de la ciudad de Cairns (Australia) diseñada para promover la calma y mejorar la salud mental y ayudar a las personas a encontrar empleo, como relató el artículo de The Guardian.
Convencido de que otros también se beneficiarían del efecto calmante de los animales, el hombre de 34 años fundó la empresa tras darse cuenta de los beneficios que obtenía cuando pasaba sus días en compañía del rebaño de vacas en su granja. (Crónica: La historia del “koe knuffelen”, la práctica de abrazar las vacas)
“Me di cuenta de lo infeliz que era y de lo feliz que me ponía cuando pasaba tiempo con las vacas. Crecí con caballos de carreras que son muy agresivos. Si te acercas a ellos, te pueden patear en la cara. Pero las vacas eran animales realmente grandes y dulces que me permitían abrazarlas y acostarme con ellas. Eso fue un cambio de juego”, contó.
Describió que se enfocan en personas que viven con enfermedades mentales o con discapacidades intelectuales. La idea es que no solo sea sostenible como un negocio, sino también un vehículo para educar a las personas sobre problemas sociales más amplios como las enfermedades mentales.
Fox compró las vacas con criptomonedas, dándoles a cada una de ellas un valor como activo que excedía su costo de mercado tradicional. De este modo, se volvieron más valiosas para terapia que para cualquier otra actividad. (Lea: Las vacas tranquilas podrían producir más leche)
Cuando el curso de maestría en administración de empresas que estaba estudiando en la Universidad Central de Queensland requirió el desarrollo de un modelo comercial viable para una tarea, decidió que su negocio de terapia con vacas era el ejemplo perfecto.
“Se nos permitió usar un negocio que ya teníamos o teníamos para trabajar, o inventar uno. Inicialmente iba a inventar algo, pero al final esta idea fue más loca que cualquier cosa que pudiera haber inventado. Fue necesaria mucha planificación corporativa, trabajo de estrategia y marketing para el negocio”, afirmó.
“Estas vacas me salvaron la vida”
Donna Astill es la primera empleada de Cow Cuddling Co. y se describe a sí misma como una víctima de múltiples y complejos problemas de salud mental. (Galería: Así se ve el “koe knuffelen”, la práctica de abrazar las vacas)
“Tengo TEPT, trastorno límite de la personalidad, ansiedad social, depresión y trastorno de sensibilidad al rechazo. Lucho en la vida con muchas cosas, incluso con solo levantarme de la cama. Estas vacas me salvaron la vida”, aseguró la empleada.
Visitó una agencia de empleo local que aboga por oportunidades para personas con problemas de salud y discapacidades a raíz de que sus hijos están a punto de irse de casa. La agencia la conectó con Fox y ahora trabaja en la granja, pastoreando las vacas.
De acuerdo con la mujer, ella no hubiera creído que las vacas podrían cambiar tanto a alguien con problemas de salud mental y lo consideraría como algo “ridículo” que no sería creíble. Pero ahora se considera como “un ejemplo de los beneficios de la terapia con vacas”.
“He estado aquí seis meses y definitivamente puedo ver la mejora en mí misma. Mis niveles de ansiedad han disminuido en todos los aspectos de mi vida. Disfruto levantarme de la cama. De hecho sonrío, cuando ni siquiera estoy en el trabajo”, reveló Astill.
Y agregó: “Mis hijos notan una gran diferencia. El impacto que estas vacas han tenido en mi vida, no hay palabras. Definitivamente me ha salvado la vida. Hace doce meses quería chocar mi auto contra un árbol. Ha sido un trabajo duro tratar de llegar a este punto y sin estos animales, no creo que estaría en la posición en la que estoy ahora”.
Fox está agradecido de que las vacas hayan ayudado a Astill a encarrilar su vida y tiene la esperanza de que ayuden a muchas más personas, como niños en el espectro autista: “Estamos en las primeras etapas para probar que este modelo funciona, pero ya puedo ver que está ayudando a la gente”.
Si desea conocer otros ejemplos sobre terapias con vacas, puede leer nuestra crónica donde revelamos dónde nació esta práctica y en qué otros países existe haciendo clic aquí.