Las mini vacas han pasado por Brasil, se estacionaron en Bolivia y viajan a Estados Unidos. Conozca sus cualidades productivas.
Bolivia compró a Brasil reses que miden 90 centímetros de altura para aumentar su hato y comercializar su carne que es descrita por muchos como apetitosa.
El tamaño de las reses ha logrado acaparar la atención de todos, desde los expertos en ganadería hasta los más indiferentes.
Varios de estos animales se encuentran en la cabaña pecuaria Alyashira, en Bolivia, que recibe a diario cientos de turistas interesados en fotografiarsecon los bovinos de contextura pequeña, muy diferentes a los tradicionales. Son incluso más pequeños que un ternero.
Los niños son los más atraídos por las mini vacas y piden que los monten en ellas para recorrer la hacienda.
Rashid Zeitun, dueño de la finca, informó al medio El Deber de Bolivia, que compró las mini vacas Alyashira, como las bautizó, por US$20 mil. Cada res tiene un valor en Brasil de US$4.000. (Lea: Así serán las vacas del futuro)
La hembra alcanza un peso de 180 kilos y el macho de 360 kilos. Zeitun proyecta incrementar la cría de las mini vacas en su predio en un promedio de 80 por año. Para ello utilizará la técnica de reproducción in vitro.
Añadió que las mini vacas son doble propósito. Producen por lo menos 7,5 litros de leche al día y solo consume un cuarto de alimento respecto de las razas tradicionales.
Según Zeitun, “la carne de músculo corto es tierna y sabrosa comparada con uno de talla normal”, reseñó el medio boliviano.
Varios ejemplares han sido llevados a ferias y exposiciones en Estados Unidos.