La ganadería bovina en Colombia no reporta casos lamentables por sarna. Pero como es mejor prevenir que curar, CONtexto ganadero alerta a los productores sobre este mal que produce atraso en engorde, daños en la piel, estrés, desnutrición y hasta la muerte de los rumiantes.
Se ha escuchado hablar más de sarna en perros, incluso en ovinos, que en reses. Sin embargo, el ganado bovino también es atacado por los ácaros que provocan la enfermedad cutánea, la cual se extiende entre animales y desde sitios contaminados con larvas.
Europa, Canadá y Estados Unidos son las zonas del mundo más afectadas, sobre todo en época de invierno por la humedad y el hacinamiento al que se someten las reses durante esta temporada.
La sarna comienza con picazón y la aparición de heridas abiertas que propagan la enfermedad por todo el cuerpo del animal, aunque suele iniciar en la cabeza y cuello, partes más susceptibles a los ácaros.
En Colombia hay sarna en bovinos
Leonardo de Las Salas, coordinador en Córdoba de la Unidad Regional de Desarrollo Ganadero, URDG, de la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, señaló que el ganado bovino en la región padece más que todo de moscas y garrapatas.
Alejandro Avendaño, profesional de gestión de proyectos estratégicos de Fedegán en Antioquia, manifestó que en la región las reses sufren “dermatitis”, especialmente cuando son blancas. (Lea: 14 enfermedades sin control oficial atacan al ganado en Colombia)
La ganadería de leche ubicada en zonas templadas y frías es más propensa a sufrir de sarna. Ante eso, esta redacción consultó a Jorge Borda, director de la Corporación Antioquia Holstein, que aseguró que en los últimos 4 meses no se han conocido casos de bovinos atacados por ácaros en el norte antioqueño.
“No hay incidencia ni problemas con la sarna, en esta zona por excelencia lechera”, anotó Borda.
Diego Ortiz, médico veterinario de la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria, Corpoica, dijo que en el país se reportan casos de sarna en zonas templadas y en bovinos jóvenes.
Cundinamarca y Boyacá son los departamentos donde los animales han padecido con más incidencia la enfermedad cutánea, la cual solo se puede diagnosticar, según Ortiz, con pruebas de piel de la zona afectada que se lleva a laboratorio para conocer el tipo de ácaro que ataca y el acaricida a aplicar.
El investigador de Corpoica manifestó que este tipo de enfermedades se derivan del inadecuado manejo del hato bovino, en relación a una mala alimentación que desencadena en animales con defensas bajas, que se vuelven presas fáciles de los ácaros.
"Los ácaros son parásitos que invaden la piel y causan rasquiña (...) La sarna es un problema de dermatitis o inflamación de la piel. Normalmente es provocada por una mala nutrición y la deficiencia de algunos minerales y enfermedades virales que hacen que las defensas bajen y los ácaros afecten", dijo Ortiz.
4 clases de sarna
P. Junquera, experto en el tema de sarna en bovinos profundiza en el tema en el medio www.parasitipedia.net, en el cual alude que se han encontrado 4 casos de sarnas en bovinos. (Lea: Mosca de los cuernos causa daños económicos en la ganadería)
La primera de ellas es la sarna escabiosa, la cual aparece en la cabeza y el cuello para extenderse al resto del cuerpo.
“Algunas veces las lesiones aparecen en la región perineal y entre los muslos. La irritación cutánea y las erupciones son similares a las observadas en los caballos. Se caracterizan por un aspecto escamoso con costras; la piel engrosa y forma pliegues grandes”, explicó Junquera.
El segundo caso de sarna se llama escabiosa. Según Junquera, “es una enfermedad que debe notificarse a las autoridades y los animales deben ponerse en cuarentena, debiendo comunicarse inmediatamente al primer signo sospechoso”.
El tercer caso de sarna en bovinos es conocida como corióptica. En esta los ácaros se ubican con preferencia en las cuartillas de las patas.
“Una gran proporción del ganado puede estar infestado sin exhibir signos clínicos. Con frecuencia está afectado el tronco de la cola y, si no se trata, la afección puede difundirse a otras partes del cuerpo”, dijo el experto. (Lea: Parásitos externos, alteración directa en producción láctea y cárnica)
La cuarta y última clase de sarna es la demodécica. Esta es transferida de la vaca al ternero cuando es amantado.
Las lesiones se extienden por el cuello, esternón, hombros y cara del ganado lechero joven. El ganado de carne no sufre la misma afectación.
“Aproximadamente el 90 % de los cueros que han sido pelados antes del curtido ha demostrado contener manchas debidas a ácaros demodécicos”, señaló Junquera en el artículo.