Tomar por lo menos dos raciones diarias de lácteos grasos conllevaría una reducción de riesgo de sufrir diabetes, síndrome metabólico e hipertensión.
Así lo señala el portal elespanol.com citando un estudio internacional que publica la revista BMJ Journals donde se destaca que serían los productos lácteos 'enteros', es decir, grasos, los que demostrarían una mayor acción protectora del metabolismo. (Lea: En China impulsan consumo de lácteos para fortalecer sistema inmune)
Los autores parten reconociendo un sesgo: la investigación sobre el consumo de lácteos se ha realizado principalmente con participantes de América del Norte y Europa, mientras que estos alimentos se consumen en todo el planeta. Para averiguar si los resultados eran consistentes en otras poblaciones y grupos genéticos, recurrieron a los resultados del estudio epidemiológico PURE (las siglas del Prospective Urban Rural Epidemiology).
Los participantes tenían entre35 y 70 años, y procedían de 21 países como Colombia, Argentina, Bangladesh, Brasil, Canadá, Chile, China, India, Irán, Malasia y Palestina, entre otros. Los hábitos dietéticos se evaluaron mediante cuestionarios de Frecuencia Alimentaria en los 12 meses precedentes.
Entre los alimentos contemplados para el estudio, se clasificaron la leche, los yogures, los yogures y determinados platos preparados con lácteos. La mantequilla y la nata, precisan los autores, se separaron en una clasificación aparte, ya que por tradición y hábitos no se suelen consumir en varios de los países reseñados. (Lea: ¿Son los lácteos saludables?)
Los productos que sí pasaron el corte se dividieron en 'desnatados' (1% de grasa) o 'enteros' (2 %). Los participantes también proporcionaron su historial médico e información sobre medicaciones, su nivel sociocultural, tabaquismo, peso, altura, circunferencia de cintura, presión arterial y glucosa en sangre en ayunas.
Además, se identificaron cinco marcadores para el síndrome metabólico en 113.000 personas, como fueron presión arterial por encima de 130-85 mmHg; una circunferencia de cintura superior a los 80 centímetros; bajos niveles de HDL o 'colesterol bueno', por debajo de 1-1,3 mmol/l; triglicéridos por encima de 1,7 mmol/dl; y niveles de glucosa en sangre en ayunas de 5,5 mmol/l o más.
El consumo medio de lácteos se estableció en 179 gramos****, con los productos enteros duplicando a los desnatados en cantidad.
Para46.667 participantes se diagnosticó síndrome metabólico al presentar al menos 3 de los 5 componentes mencionados. Tomar al menos dos raciones de lácteos diarios se asoció conun 24 % menos de probabilidades de sufrir estos síntomasen comparación con su ausencia en la dieta, un riesgo que descendía al 28 % si eran concretamente lácteos enteros. (Lea: Beneficios de la leche sin lactosa)
La salud de cerca de 190.000 participantes fue seguida durante nueve años, un periodo en el que 13.640 de ellos sufrieron hipertensión y 5.351, diabetes. El consumo de dos raciones de lácteos se relacionó con un riesgo un 11-12 % menor de sufrir cualquiera de las dos dolencias*, que ascendía *al 13-14 % si eran tres raciones y de lácteos enteros.
"Si se confirma en estudios lo bastante grandes y largos, incrementar el consumo de lácteos puede ser un modo factible y barato de reducir la incidencia del síndrome metabólico, la hipertensión, la diabetes y otros problemas cardiovasculares en todo el mundo", concluyen los autores.