Agencias meteorológicas y entidades de Estados Unidos, Japón, Australia y Argentina declararon el final del fenómeno de La Niña que se prolongó por 3 años.Por su parte, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) advirtió que hay probabilidad de que El Niño llegue este año.
El final de La Niña ha sido confirmado oficialmente por la Oficina de Meteorología de Australia (BOM por sus siglas en inglés), luego de las actualizaciones previas de las agencias de EE. UU. y Japón a fines de la semana pasada, según el medio Agricensus.
«La Niña ha terminado en el Océano Pacífico tropical. El Niño-Oscilación del Sur (ENOS) ahora es neutral (ni La Niña ni El Niño)», dijo la Oficina en un comunicado replicado por ese medio. (Lea: Gobierno entregó cerca de $20.000 millones a afectados por el invierno)
Si bien señaló que es probable que las condiciones neutrales de ENOS continúen en el otoño del hemisferio sur de acuerdo con los modelos climáticos internacionales, dio un 50% de posibilidades de que El Niño se forme a finales de este año, por lo que ha emitido una alerta.
La declaración de la Oficina australiana hizo eco a la comunicación del Servicio Nacional de Meteorología de Estados Unidos (NWS) del pasado 9 de marzo: «La Niña ha terminado y se espera que las condiciones ENOS neutrales continúen durante la primavera del hemisferio norte y principios del verano de 2023».
«Las condiciones oceánicas y atmosféricas en el Pacífico ecuatorial en febrero parecen haber terminado con el evento de La Niña que ha continuado desde el otoño de 2021», anunció a su vez la Agencia Meteorológica de Japón en un comunicado el 10 de marzo.
Sin embargo, la Agencia Japonesa dio un 50% de posibilidades de que El Niño se forme en el verano de 2023, antes que la proyección estadounidense. (Lea: 3 años de sequía llevarían el inventario de ganado de EE. UU. a un mínimo que no se veía hace 72 años)
Las temperaturas del océano en el Pacífico oriental son generalmente más frías durante La Niña, mientras que los vientos alisios aumentan, trayendo un clima más húmedo de lo habitual a Australia y el sudeste asiático y un clima más seco a las Américas.
Por lo tanto, el final de La Niña podría conducir a una producción más fuerte en Argentina, donde los suelos secos de La Niña han dañado repetidamente las cosechas. En este país, la Mesa Nacional de Monitoreo de Sequías también declaró el final de La Niña, según Infobae.
La Mesa, conformada por diferentes organismos públicos, señaló en su informe mensual que «se ha declarado oficialmente la finalización del evento “La Niña”», y agregaron que el pronóstico presenta una muy alta probabilidad a que «se mantenga la fase neutral al menos hasta el inicio del invierno austral».
Sin embargo, advirtieron que durante febrero pasado aumentó la superficie total con sequía y también las hectáreas que se encuentran en la condición de «sequía severa». (Lea: En Australia el hato se recupera gracias a lluvias que ha traído La Niña)
Esto fue diferente a lo que sucedió en Australia, donde La Niña trajo lluvias que permitieron la recuperación del hato bovino y mejores cosechas. Pero las condiciones de El Niño más adelante en el año podrían traer condiciones más secas para Australia, con consecuencias para el cultivo de trigo.
En cambio, fuentes comerciales australianas le dijeron a Agricensus que creen que las condiciones de El Niño devolverían las cosechas a niveles más normales después de varios niveles récord.
Probabilidad de El Niño en 2023
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) alerta que el fenómeno del Niño podría reaparecer después de tres años consecutivos en los que un episodio inusualmente pertinaz y prolongado de La Niña ha influido en las pautas de temperatura y precipitación en distintas partes del mundo, es posible que en los próximos meses se instaure un episodio del Niño que ejercería un efecto de calentamiento.
Señala que la que la probabilidad de que las condiciones neutras en cuanto al ENOS persistan más allá de mayo disminuye ligeramente, pero sigue siendo alta (80 % entre abril y junio y 60 % entre mayo y julio), según las predicciones de los modelos y las evaluaciones de los expertos que han participado en la elaboración del boletín, como indicó El Nuevo Siglo.
«La probabilidad de instauración de un episodio de El Niño durante la primera mitad del año es baja (15 % entre abril y junio), pero aumenta gradualmente hasta el 35 % para el período de mayo a julio. Los pronósticos a largo plazo para los meses de junio a agosto indican una probabilidad mucho mayor (55 %) de que se forme un episodio de El Niño, aunque están sujetos a la elevada incertidumbre asociada a los pronósticos generados en esta época del año fruto de la denominada barrera de predictibilidad de la primavera», asevera.