Una ganadera de quinta generación en Estados Unidos planea construir la planta de sacrificio más grande del país con capacidad de 8000 animales/día. El proyecto de 1100 millones de dólares sería construido en Dakota del Sur y estaría en funcionamiento en 2026.
En días pasados la agencia Reuteurs reveló que una familia de ganaderos en Dakota del Sur planea construir la planta de procesamiento de ganado vacuno más grande de Estados Unidos. (Lea: Así es como 4 empresas lograron controlar el beneficio de ganado vacuno en EE. UU.)
El proyecto está encabezado por dos firmas Kingsbury and Associates y Sirius Realty, ambas dirigidas por Megan Kingsbury, consultora y ganadera de quinta generación, quien le dijo a Reuteurs que espera que la construcción comience en 2023 y se prolongue por 3 años.
De acuerdo con la agencia, esta planta de procesamiento abordaría las preocupaciones de la administración Biden sobre el aumento de los precios de los alimentos y la falta de competencia en el sector cárnico, aunque no estaría en funcionamiento hasta al menos 2026.
La administración Biden y el Congreso examinaron la industria de la carne de res después de que los brotes de covid cerraran temporalmente los mataderos en 2020, lo que dejó a los ganaderos sin dónde entregar el ganado y a los consumidores enfrentando escasez de carne.
Como hemos explicado en CONtexto ganadero, cuatro empresas (Cargill, Tyson Foods Inc., JBS S. A. y National Beef Packing Co.) sacrifican alrededor del 85 % del ganado de EE. UU. (Lea: ¿Por qué Biden quiere acabar con el monopolio de la industria de carne bovina de EE. UU.?)
El gobierno estadounidense ha atribuido el aumento de los precios de la carne a la falta de competencia en el sector, en tanto que las empresas cárnicas aseguran que se debe a los efectos de la pandemia y a la reducción de la oferta de animales a nivel interno.
En efecto, los ganaderos en EE. UU. han visto cómo se ha reducido el inventario de ganado bovino debido a la sequía histórica y la baja rentabilidad, lo que deja menos ejemplares para que sean enviados a las plantas de beneficio y procesadoras por las empacadoras.
El proyecto de Kingsbury sacrificaría alrededor de 1000 cabezas de ganado más por día que el principal procesador actual, una planta de Tyson en el sureste de Dakota del Sur. (Lea: Proyectan mayor producción de carne de res y mejor precio del ganado en EE. UU.)
Opiniones sobre la nueva planta de sacrificio en EE. UU.
Algunos analistas de la industria manifestaron que la planta puede tener dificultades para encontrar mano de obra, desarrollar relaciones en la cadena de suministro desde cero y ser rentable en medio de suministros de ganado más ajustados.
En cambio, otros lo ven con mejores ojos, como aseguró para Reuteurs Derrell Peel, economista agrícola de la Universidad Estatal de Oklahoma: “Ese es el tipo de inversión que la industria necesitará en los próximos años”.
Por su parte, Kingsbury confía en que la nueva planta superará los bajos suministros de ganado y los problemas laborales. La planta tiene como objetivo emplear a 2500 personas y utilizar tecnología avanzada de Europa y Asia para procesar carne de res con menos mano de obra.
“Tenemos que romper con la vieja mentalidad de que la planta empacadora es un taller clandestino (en inglés sweatshop o fábrica explotadora)”, remató Kingsbury.