logoHeader
Europa perdió más de un millón de cabezas de ganado en el último año

Foto: trouwnutritionlatam.com

La caída del hato europeo podría representar también una oportunidad para los países latinoamericanos.

internacional

Europa pierde un millón de vacas en un año: ¿qué hay detrás del desplome?

por: Angie Barbosa- 31 de Diciembre 1969

Entre políticas restrictivas, crisis climáticas y cambios de consumo, el hato bovino europeo vive su mayor caída en años. España resiste, pero no es ajena al fenómeno.

Entre políticas restrictivas, crisis climáticas y cambios de consumo, el hato bovino europeo vive su mayor caída en años. España resiste, pero no es ajena al fenómeno.


El censo de vacas en la Unión Europea ha sufrido una reducción alarmante. En solo un año, desapareció un millón de cabezas, según datos de Eurostat. Si se observa el periodo 2021-2024, la caída acumulada alcanza 1.763.000 vacas. Esto representa una disminución del 5% en tan solo tres años, y del 2,3% solo en el último, lo que ha generado preocupación en distintos sectores.

A pesar de esta caída, algunos países, como España, han logrado mantener sus niveles de producción. Según cifras oficiales, la producción neta de carne de vacuno en el país ibérico incluso aumentó durante el último año.

Esto se debe, principalmente, a una reducción del 13 % en la exportación de animales vivos, lo que permitió una mayor disponibilidad interna para el sacrificio. (Lea en CONtexto ganadero: Así se ve el futuro de la agricultura y ganadería en Europa)


España: menos vacas, más carne


En enero de 2025, España contaba con 121.000 bovinos menos que en enero de 2024. De estos, 95.000 eran vacas nodrizas y 19.000 vacas lecheras. La disminución se explica por tres factores: dos años consecutivos de sequía (2022 y 2023), la aparición de la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE) y, paradójicamente, los buenos precios del ganado para sacrificio.

Aun así, esta nación ha registrado una caída porcentual menor que otros grandes productores europeos. Las exportaciones españolas de carne de vacuno se mantuvieron estables, alcanzando 271.652 toneladas entre carne fresca, congelada, vísceras, grasa y otras presentaciones. Portugal, Italia y Francia fueron los principales destinos de esta carne.


Factores estructurales y culturales


Óscar Cubillos, jefe de Planeación y Estudios Económicos de Fedegán-FNG, explicó que la ganadería europea enfrenta varias presiones.

“En el sector ganadero europeo ha habido muchas presiones, como también en Colombia, por el tema del medioambiente, del consumo de carne y leche, y por nuevas dinámicas que promueven una reducción en su ingesta”, aseguró.

Cubillos también advirtió que el cambio generacional está afectando la demanda: “Hay gente que ha dejado de consumir carne o leche por mitos y falsas narrativas sobre la producción ganadera”, expresó.

Pero el problema no solo radica en el comportamiento del consumidor. Para Cubillos, las decisiones políticas han jugado un papel crucial. Recordó cómo después de la Segunda Guerra Mundial, Europa priorizó su seguridad alimentaria a través de la Política Agraria Común (PAC), protegiendo y subsidiando a los sectores agropecuarios.

“Se subsidiaban porque tenían que garantizar una producción doméstica de lo más importante: la comida”, apuntó.

La situación cambió a partir del año 2000, con la creación de la zona euro, el acuerdo Schengen y la adopción del euro como moneda única. Según Cubillos, en ese proceso se acordó que se reducirían los cupos agropecuarios de cada país para fomentar la competencia interna.

“Empezó a haber un descuido del sector agropecuario, no del todo, pero sí de muchas actividades ganaderas. Vieron que podían importar más y producir menos”, dijo. La consecuencia fue una mayor dependencia de carne de países sudamericanos como Argentina, Uruguay y Brasil.


¿Oportunidad para América Latina?


La caída del hato europeo podría representar también una oportunidad para los países latinoamericanos. “Hoy el hato se ha reducido en Europa como consecuencia de esa situación. Es una oportunidad para otros países que pueden abastecer, especialmente Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay, incluso Bolivia”, aseguró Cubillos.

Colombia también podría estar en esa lista, aunque el experto fue claro, si el país quiere aprovechar esta ventana, deberá adaptarse a las condiciones del continente.

“El mercado europeo cada vez pone más restricciones ambientales, entonces si queremos entrar allá hay que cumplir esos parámetros”, insistió. (Lea en CONtexto ganadero: Más consumo y exportaciones: causas del crecimiento del sacrificio en 2024

“Es un llamado de atención para nosotros, para no repetir la historia que está viviendo Europa, que está desatendiendo sus sectores agropecuarios, que son los que garantizan lo más importante que tenemos: la comida”, concluyó Cubillos.