Un grupo de investigación de Enfermedades Infecciosas del Plan Andaluz de Investigación, Desarrollo e Innovación (PAIDI) quien, en colaboración con el Colegio de Veterinarios de Córdoba, trabaja para determinar la capacidad de la leche de vaca como alimento preventivo contra la COVID-19.
Así lo anunció el portal lavozdegalicia.es en un artículo que señala que el trabajo de campo comenzó a finales de julio y que, como avanza, en septiembre podría comenzar a probarse su eficiencia en personas.
Se haría con personas en alto riesgo y personas enfermas para comprobar la repercusión que pueda tener la leche en la evolución de la enfermedad. El tratamiento consiste en “beber la leche de las vacas tratadas para lograr un aumento de sus anticuerpos en sangre o, posteriormente, sueros preparados con esa leche”, aunque todavía se está mirando en qué cantidad. (Lea: ¿Las vacas ayudarían a tratar COVID-19 en humanos?)
Otro de los puntos de mira del grupo de investigadores es la hiperinmunización de las vacas que servirá para estudiar posteriormente "qué niveles de anticuerpos conseguimos en leche". Hasta el momento, se ha demostrado que "se pueden alcanzar concentraciones de hasta unos 200 mg de inmunoglobulinas por vaso", a lo que se le añadiría "las propiedades de la vitamina A como reguladora del sistema inmune y regeneradora de epitelios mucosos".
Según lo explica Antonio Arenas, catedrático de Sanidad Animal de la Universidad de Córdoba, encargado de liderar la investigación, citado por el portal, para lograr leche inmune hay que tratar a los animales. Realizar lo que se conoce como una fase de hiperinmunización aplicándoles vacunas del coronavirus bovino.
“De ese modo obtenemos mayores niveles de anticuerpos en sangre que, a su vez, van a pasar a la leche en una proporción determinada. No en tanta cantidad como en el calostro. Probablemente más adelante pueda administrarse en preparados lácteos que sean capaces de dar una cantidad importante de anticuerpos”, señala el investigador citado por el portal. (Lea: En China impulsan consumo de lácteos para fortalecer sistema inmune)
Al explicar el proceso, indicó que a finales de julio se comenzó con el trabajo de campo para lograr leche inmune y solventar algunas cuestiones como lograr mayor cantidad de inmunoglobina o anticuerpos. “La cuestión es que al tratar la leche se desnaturaliza y los anticuerpos se inactivan. De ahí que tenga que someterse a un proceso de pasteurización a baja temperatura. Cuando veamos los resultados de las analíticas de esa leche comenzaremos con las pruebas de campo en personas, en colaboración con Salud Pública de la Junta de Andalucía”.
Añadió que “sabemos que el betacoronavirus bovino es, serológicamente hablando, del mismo género o grupo que el covid-19. Ese factor unido a los nutracéuticos o alimentos funcionales, nos hace llegar a la conclusión de que la leche podría ser una solución para proporcionar a la población una inmunidad pasiva”.
Arenas considera que "las altas dosis de inmunoglobulinas ayudarían mucho en la fisiopatología de la enfermedad".