La ola de calor en Europa está ocasionando la muerte de cientos de vacunos y el descarte de otros tantos antes de que mueran por falta de agua y comida. La escena se repite en países como Italia, Bélgica, Francia, España y otros de los miembros de la Unión Europea.

En la región valona o Valonia en Bélgica, el color rojo de las praderas da un agradable color al paisaje pero esta vista no es agradable para las vacas, pues para ellas no hay forraje para alimentarse, como describió este artículo del portal en francés Le Sillon Belge.

“Este verano muy seco, caluroso y soleado tuvo un impacto en la agricultura”, señala el artículo, añadiendo que los productores están guardando animales para prepararse para el invierno. (Lea: La sequía agrícola aumenta en Europa en los últimos 30 años)

La producción de leche y carne ha disminuido debido a la pobreza nutricional del pasto ingerido y la situación es tal que los precios de los alimentos están subiendo, por lo que algunos ganaderos se plantean muy seriamente vender sus animales.

Otro caso grave se presentó en Italia, específicamente en el noroeste donde alrededor de 50 vacas de raza piamontesa sufrieron una intoxicación aguda por durrina tras consumir brotes jóvenes de sorgo, en donde está presente esta sustancia.

“Sospechamos que la sequía es responsable de la gran cantidad de durrina que se encuentra en las plantas de sorgo”, aseguró a la AFP Stefano Giantin, veterinario del Instituto Zooprofiláctico Experimental de Piamonte, Liguria y Val d'Aosta.

El sorgo es una de las plantas cianogénicas, que son causa de intoxicaciones muy graves y de evolución muy rápida (menos de una hora). (Lea: Un “hotel” en Uruguay ayuda a vacas a recuperarse de incendios y sequía)

Los síntomas aparecen 10 a 15 minutos después de la ingestión y la muerte se produce en 15 a 30 minutos después de trastornos respiratorios, nerviosos y musculares, acompañados de temblores y convulsiones, fue la reseña de La Libre.

En España la sectorial láctea de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) alertó por la subida de los costos de producción de leche debido al verano así como a la falta de insumos por cuenta de la guerra entre Ucrania y Rusia.

A los costos de electricidad para enfriar la leche, que se duplicaron en los últimos meses, se suman las subidas en el pienso, la duplicación de los precios de herbicidas y fertilizantes. (Lea: 8 errores de los ganaderos durante la sequía)

Por ello, el artículo de El Independiente sostiene que es “la tormenta perfecta a la que se une ahora la sequía ha hecho que muchos ganaderos no hayan visto otra opción que sacrificar animales en busca de liquidez”.

En los últimos ocho meses, según los cálculos de Asaja, se han sacrificado cerca de 80 000 cabezas. «Y para los próximos meses sólo podemos esperar que se sigan sacrificando», añadió Ramón Artime, presidente de la organización.