La Casa Blanca, apoyada por analistas económicos independientes, ha afirmado que existe un vínculo entre el monopolio sin precedentes en la industria alimentaria de EE. UU. y la inflación de precios de alimentos, especialmente de carne de res, cerdo y pollo.
Según un reporte de Bloomberg, el subcomité antimonopolio de la Cámara de Representantes, presidido por el demócrata David Cicilline de Rhode Island, abordará el tema de la posible responsabilidad de las empresas que controlan gran parte de la industria cárnica en EE. UU.
Por ejemplo, solo cuatro firmas (Cargill, Tyson Foods Inc., JBS S. A. y National Beef Packing) manejan el 85 % del mercado estadounidense de carne bovina, en tanto que cuatro empresas de carne de cerdo y pollo abastecen el 70 % y el 54 % de sus respectivos mercados.
A su vez, el número de cadenas de supermercados se ha reducido en 30 % en las últimas tres décadas, con 4 empresas responsables de más de dos tercios de las ventas. (Lea: ¿Por qué Biden quiere acabar con el monopolio de la industria de carne bovina de EE. UU.?)
Al mismo tiempo, los consumidores se enfrentan a la peor inflación desde 1982 que fue de 7 % anual al cierre de 2021. Los precios de los alimentos crecieron un 8 % en las últimas cuatro semanas, según un análisis NielsenIQ de supermercados en todo el país.
Además, NielsenIQ predice que los aumentos en los precios de los alimentos persistirán en la primera mitad de 2022 y se nivelarán a finales de año. Eso tras registrarse un incremento del 5 % en 2020, el primer año de la pandemia del nuevo coronavirus.
El presidente Joe Biden aseguró que la forma de combatir la inflación es combatir las leyes antimonopolio y nombró a Lina Khan para encabezar la Comisión Federal de Comercio, la principal agencia antimonopolio del gobierno, que comprometió a enfrentarse a gigantes de la tecnología como Google y Facebook pero no mencionó a los grandes de la industria alimenticia.
Recientemente, el Departamento de Justicia llegó a acuerdos con los dos mayores productores avícolas de EE. UU., Tyson Foods y Pilgrim's Pride, por manipular precios. (Lea: A diferencia de EE. UU. y Canadá, el suministro de carne en Colombia no ha sido afectado por la covid)
Este departamento estará atento a este sector, pues las 20 empresas de producción de pollo más grandes son responsables de aproximadamente el 99 % del comercio en EE. UU. Además está revisando la adquisición de Cargill, la empresa privada más grande de país, por parte del tercer procesador de pollo más grande, Sanderson Farms, por USD 4500 millones.
También existen monopolios en los sectores de transporte y logística, así como en la industria de semillas y fertilizantes. Las cuatro grandes empresas de semillas se convirtieron en dos: Dow Chemical y DuPont se fusionaron en 2015 en un negocio que se elevó a 130 000 millones de dólares, seguida de la adquisición de Monsanto por parte de Bayer por 63 000 millones.
Solo hay dos empresas que suministran a América del Norte fertilizante a base de potasio: Nutrien Limited y Mosaic Company, y 4 firmas controlan más del 75% de la producción de todos los fertilizantes nitrogenados. (Lea: Más de 90 millones de dólares se han destinado en los últimos 4 años para importar carne de EE. UU.)
En Colombia no existe monopolio en la industria cárnica
Consultado por este medio, el economista Óscar Cubillos aseguró que la inflación no se podría atribuir al monopolio, pues este existe desde hace varios años, sino que la actual situación económica derivada de la pandemia ha hecho que todos los productos se encarezcan.
“La inflación es un fenómeno mundial y no solamente se está dando en los alimentos sino en la mayoría de bienes y servicios. Y si así fuera el caso en la industria cárnica de Estados Unidos, en Colombia no existe esta situación monopolística en la producción de carne”, apuntó.
En efecto, en nuestro país hay más de 300 plantas de beneficio de diferentes orígenes de capital, y si bien la multinacional brasileña Athena Foods adquirió dos frigoríficos en Colombia, tiene un rol protagónico en las exportaciones de carne con participación menor a nivel local.
“Para que haya un monopolio el mercado está concentrado en uno o varios actores, mientras que aquí el mercado de la carne está muy segmentado porque hay muchas plantas. De pronto las que están ubicadas en Bogotá tienen más participación porque la capital es un mercado grande, pero aun así no existe monopolio porque hay espacio para que otras empresas puedan participar”, precisó.