El uso de probióticos en la producción de animales no es un concepto nuevo. Al menos en Estados Unidos, aproximadamente 50% a 60% de las industrias de ganado para producción de carne y ganado para producción de leche han estado usándolo exitosamente por muchos años.
Lactobacillus, un tipo de bacteria probiótica, puede crecer bajo una gran variedad de condiciones ambientales y requiere un ambiente rico en nutrientes incluyendo carbohidratos, aminoácidos, ácidos grasos, y vitaminas. Los probióticos son generalmente reconocidos como seguros y han sido estudiados por su habilidad de mejorar la salud gastrointestinal y su habilidad de convertirse en un antagonista para los patógenos, brindando así inocuidad alimentaria para los productos animales. Estas bacterias puede producir ácidos orgánicos, peróxido de hidrógeno y bacteriocinas que pueden inhibir a patógenos tales como Salmonella, E. coli 0157:H7 y Listeria monocytogenes. Esta inhibición de la colonización de bacterias patógenas se conoce como exclusión competitiva y resulta en la habilidad de la bacteria probiótica o “bacteria buena” de colonizar los intestinos.
Además de la reducción en patógenos, los probióticos como Lactobacillus han sido estudiados y usados como reemplazos de los antibióticos promotores de crecimiento. Los niveles sub terapéuticos de los antibióticos fueron descubiertos en los años 1940 cuando científicos alimentaron a pollitos con restos celulares de un antibiótico esperando mejorar la ingesta de vitamina B12. Lo que descubrieron fue que los pollitos crecieron 24% mayor que los pollitos control y esto inició la investigación de administrar antibióticos de dosis bajas a animales de agricultura. (Lea aquí -En EE.UU. proponen cambios a etiquetado de productos cárnicos-)
Cuando se administran a bajas dosis, los antibióticos ayudan a que el intestino estimule la síntesis de vitaminas, mejore la eficiencia de energía del intestino, abastezca los nutrientes a través de exclusión competitiva permitiendo que el animal absorba más nutrientes, reduciendo la inflamación local y respuesta inflamatoria, y mejorando la función inmune. Por lo tanto, los animales pueden utilizar mejor los nutrientes en los piensos para la producción de masa muscular y se utiliza menos energía para la respuesta a inflamaciones y reparaciones.
Con todas las preocupaciones con el uso de antibióticos en los piensos para animales de agricultura, los científicos han investigado otros sistemas, uno de ellos es el uso de probióticos. Los resultados de los parámetros de crecimiento al usar probióticos son similares en algunos estudios a usar niveles sub terapéuticos de antibióticos. Recientemente, un estudio en pollos que usó un probiótico de la empresa Nutrition Physiology Corporation (NPC), el cual es usado por 4.5 millones de cabezas de ganado en engorda en confinamiento (feedlot) cada día en Estados Unidos, encontró que PoultryMax significativamente aumenta la ganancia de peso, mejora la conversión de alimento, y reduce las calificaciones de lesiones tanto a 21 días de edad como a 42 días. Además de estos beneficios, una investigación con otro probiótico por Biomin (PoultryStar) reveló una reducción en desórdenes de las piernas y cojera de las aves al no permitir que las dañinas bacterias intestinales se trasladaran a los huesos de la pierna. (Acá´también -México y EE.UU. unen fuerzas para contener posible brote de gripe aviar-)
Además de los beneficios agregados con relación a la salud inmune y de los intestinos al usar probióticos, estudios recientes han indicado que la calidad de la carne también puede ser mejorada. Científicos brasileños determinaron que una combinación de bacterias probióticas alimentadas a los pollos durante el crecimiento resultaba en una reducción de carne pálida, suave y exudativa (PSE) y menos estrés oxidativo.
Se estima que la carne con PSE puede causar a la industria avícola estadounidense aproximadamente $4.4 millones de dólares por año en una sola planta que sacrifica 1 millón de aves por semana. Este estimado no incluye el costo de mano de obra de re envasado y los costos de los materiales, ni tampoco incluye el efecto multiplicador en el cual uno o más filetes de carne con PSE se usan en un producto de múltiples filetes como es una barra de producto tipo “deli”. (A continuación -Estudio en EE.UU, busca erradicar presencia de bacterias en aves-)
Además, PoultryMax ha mostrado que puede significativamente incrementar el rendimiento de la carne de pechuga en pollos y pavos cuando se compara con aves a las cuales no se les ha administrado diariamente probiótico en el alimento directamente. Esta área de una mejorada calidad de la carne cuando se administran probióticos es un área de oportunidad para investigación para los científicos y para la industria, ya que existen pocos estudios relacionados con el beneficio de calidad de la carne y satisfacción del consumidor.