“Acordamos intensificar los contactos entre los grupos técnicos y firmar, posiblemente en julio, un acuerdo basado en acciones concretas y verificables".

Esto informó Manuel Otero, director general del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), tras reunirse con Rafael Grossi, también director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).

Así, lo que pretenden las entidades es buscar impactos positivos en áreas como la sanidad vegetal y animal para beneficio de los países de América Latina y el Caribe y la seguridad alimentaria mundial.

En el encuentro, Grossi y Otero repasaron todos los puntos en común para fortalecer esta cooperación, que se vincula principalmente a enfermedades o plagas específicas, como el hongo Fusarium o el llamado moscardón, así como las innovaciones tecnológicas, y apuntando a la agricultura intensiva en conocimiento y el papel de la ciencia y la innovación para el desarrollo agrícola y rural.

“La tecnología nuclear contribuye a la agricultura sostenible y la seguridad alimentaria. Es un placer reunirme con Manuel Otero y coincidir en el fortalecimiento de la colaboración entre el OIEA y el IICA en beneficio de los países de América Latina”, dijo Grossi luego de la reunión.

Un área de cooperación es combatir la propagación de la cepa Tropical Raze 4 (TR4) del hongo Fusarium, una amenaza muy seria para el cultivo mundial de banano; precisamente, con apoyo del IICA, el OIEA capacitó recientemente a científicos de seis países de América Latina en el uso de técnicas nucleares y similares para detectar y contener este hongo.

Por su parte, la OIEA asiste a los estados miembros de IICA de América Latina y el Caribe en la prevención y el control progresivo de la larva del tábano en el ganado bovino, que provoca una infección parasitaria en el organismo que afecta tanto a animales como a humanos y tiene efectos especialmente devastadores en la producción ganadera, debido a mortalidad y menores rendimientos en la producción de leche y carne.

Rafael Grossi, director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).

Vale la pena resaltar que desde 2007 la OIEA y el IICA vienen colaborando e intercambiando información que ha buscado enfrentar nuevos desafíos relacionados con la inocuidad de los alimentos.