Las licencias, que reglamentan esta situación, fueron aprobadas en el mes de octubre y de ahora en adelante la única entidad autorizada para importar leche será la Corporación CASA, que también se encargará de distribuir el producto a las empresas privadas.

Aunque existirán importaciones generadas de las licencias que se otorgaron en octubre, no serán de gran magnitud o volumen, de acuerdo a fuentes oficiales.

Dicha decisión se tomó debido a que, en los meses anteriores, la leche llegó a niveles de casi US$ 3.000 dólares por FONTERRA (mayor exportador de leche privada a Venezuela). Los industriales por su parte, debido a una cuestión de precios, no quisieron tomar la leche importada por el estado ya que su valor de venta nacional superaba el valor de importación, por lo cual, tanto los entes privados como el Estado inundaron el mercado con el producto, sobrepasaron las 16.000 toneladas mensuales que consume la industria y generaron una sobre-oferta.

La decisión del Ministerio de Alimentación de Venezuela provocó un encarecimiento de la leche que el Estado importaba y su costo colocación en el mercado era tan alto, que aún tienen inventarios represados que esperan ser nivelados durante el mes de diciembre.

Se prevé que por este tipo de decisiones, el Estado venezolano intervendría a fondo en el mercado de la leche.