Estados Unidos y Japón acordaron continuar con los envíos de carne de res norteamericana para evitar la situación ocurrida hace un año en marzo de 2021. Con este nuevo acuerdo buscan satisfacer la demanda del país nipón y reducir el riesgo de que este imponga aranceles más altos en el futuro.
La representante de Comercio de EE. UU. Katherine Tai y el secretario de Agricultura Tom Vilsack anunciaron un nuevo mecanismo que requiere tres condiciones separadas, en lugar de una sola, para que Japón invoque la salvaguardia a las importaciones de carne estadounidense.
Según reportó Drovers, con esto se busca evitar lo sucedido en marzo de 2021, cuando el país asiático restringió los envíos, así como prevenir aranceles más altos del producto durante 30 días. (Lea: Japón impone salvaguardia para mitigar importaciones de carne de EE. UU.)
“Este acuerdo es una gran victoria para nuestros dos países que garantiza que los agricultores y ganaderos estadounidenses puedan continuar satisfaciendo la creciente demanda de carne de res estadounidense de alta calidad de Japón”, dijo Tai en un comunicado.
Los tres factores desencadenantes que se deben alcanzar para que Japón imponga aranceles más altos son:
- Las importaciones desde EE. UU. deben exceder el nivel de activación de la salvaguardia original de la carne de res en virtud del TLC firmado con Japón.
- El volumen agregado de las importaciones de carne de res desde EE. UU. y los signatarios originales del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (CPTPP), (CPTPP) debe exceder la salvaguardia de carne de res del CPTPP.
- Las importaciones del país norteamericano deben exceder la cantidad total de importaciones de carne de res de EE. UU. durante el año anterior.
“Este es un desarrollo positivo para los agricultores y ganaderos de EE. UU. Permite un mayor crecimiento basado en el mercado en las exportaciones de carne a Japón y reduce la probabilidad de que se impongan aranceles más altos a los productos estadounidenses”, dijo Vilsack.
Ambos países firmaron un acuerdo bilateral por aparte en 2019 después de que Estados Unidos se retirara de las negociaciones del CPTPP en 2017. (Lea: A diferencia de EE. UU. y Canadá, el suministro de carne en Colombia no ha sido afectado por la covid)
En marzo del año pasado Japón elevó su arancel de salvaguardia sobre las importaciones de carne de res de EE. UU. de 25,8 % a 38 % durante 30 días después de que el volumen de compras superara el límite de 242 000 toneladas métricas.
En 2021 EE. UU. registró ventas globales de carne vacuna y derivados por más de 10 mil millones de dólares. Las exportaciones de carne vacuna estadounidense a Japón totalizaron 320 000 toneladas métricas en 2021 con un valor de casi 2400 millones de dólares.
El nuevo acuerdo entre EE. UU. y Japón fue recibido con entusiasmo por los ganaderos y exportadores estadounidenses. La Asociación Nacional de Ganaderos de Carne (NCBA) ha “apoyado firmemente” los esfuerzos para asegurar mejoras en la salvaguardia.
Kent Bacus, director senior de comercio internacional y acceso al mercado de la NCBA, declaró que la organización “se siente alentada”. (Lea: Más de 90 millones de dólares se han destinado en los últimos 4 años para importar carne de EE. UU.)
“El anuncio de hoy significa que estamos tomando las medidas necesarias para asegurar soluciones a largo plazo que permitan a los ganaderos estadounidenses continuar brindando a los consumidores japoneses carne de alta calidad a precios competitivos”, indicó.
A su vez, la Federación de Exportadores de Carne de EE. UU. manifestó que los cambios en las condiciones para suspender las compras “reducen el impacto potencial de la salvaguardia y la hacen menos perturbadora para los exportadores de EE. UU. y sus clientes en Japón”.
Hughes Abell, presidente de la Texas & Southwestern Cattle Raisers Association, sostuvo que Japón se encuentra constantemente entre los mayores importadores de carne de res de EE. UU. y Texas y que el acuerdo plantea una mayor certeza para los productores.
“La reducción de los aranceles y las interrupciones comerciales fortalecerá aún más la demanda de carne de res de EE. UU. y generará beneficios a largo plazo para los productores de ganado a pesar de los desafíos actuales del mercado”, dijo Abell.