Un reporte de Reuters publicado por Agriculture advirtió que los ganaderos de EE. UU. están criando la menor cantidad de vacas para carne desde al menos 1971, según datos del gobierno. Esta reducción se debe a las fuertes sequías por las que está atravesando el país.

Según el Departamento de Agricultura de EE. UU. (USDA por sus siglas en inglés), había 29,4 millones de vacas de carne al 1 de julio, un 2,6 % menos que el año anterior y el inventario más bajo desde que el Gobierno comenzó a llevar registros hace 52 años.

Esta cifra es similar al inventario bovino total en Colombia, que según datos de la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán), estaría alrededor de 29,6 millones de bovinos. Pero mientras que aquí viene creciendo en los últimos 7 años, el 2023 sería el quinto año de disminución del número de vacas de carne en EE. UU.

Los ganaderos han tenido que enviar cada vez más vacas al matadero ya que el clima seco redujo la cantidad de pasto disponible para el pastoreo. (Lea en CONtexto ganadero: 3 años de sequía llevarían el inventario de ganado de EE. UU. a un mínimo que no se veía hace 72 años)

La escasez de ganado significa que los procesadores de carne como Tyson Foods, Cargill y la unidad estadounidense de JBS S. A. pagarán precios elevados por el ganado hasta que los productores comiencen el proceso de reconstrucción de la manada, advirtieron analistas.

Los planes para la apertura de nuevas plantas de sacrificio en los próximos años indican que los procesadores también necesitarán competir cada vez más entre sí y elevar los pagos a los ganaderos para comprar cantidades limitadas de ganado.

«Los próximos dos o tres años van a ser un baño de sangre para los márgenes de los empacadores», aseguró para Reuters Rich Nelson, estratega jefe de la consultora Allendale. (Lea en CONtexto ganadero: Inventario de ganado bovino en Estados Unidos bajaría en 2023)

Por su parte, el portal Beef Central develó que las largas temporadas de sequía de los últimos años han ocasionado un alza en los costos de alimentación, lo que sumado a los precios relativamente bajos del ganado han obligado a los ganaderos estadounidenses a enviar vacas a sacrificio, ocasionado la disminución del rebaño nacional.

Entre otras cifras publicadas por el USDA, reveló que todo el ganado y los terneros en los EE. UU. totalizaron 95,9 millones de cabezas, 3 % o 2,7 millones de cabezas por debajo del año pasado. Se espera que la cosecha de terneros de 2023 sea de 33,8 millones de cabezas, un 2 % menos que el año pasado.

«Ni los productores de leche ni los de carne parecen optimistas sobre el futuro, ya que las novillas retenidas para reemplazo se redujeron en 100.000 cabezas, mientras que se perdieron otras 400.000 cabezas», expresó el grupo de consultoría Steiner.

Finalmente, se prevé que la producción de carne de res de EE. UU. para 2024 caiga en otras 43.000 toneladas para llegar a 11,2 millones. Esto se basa en un ritmo de comercialización esperado más lento en el primer trimestre que se refleja en un menor sacrificio esperado de novillos y novillas.