Un caso de Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB), o enfermedad de la vaca loca, fue detectado en España en noviembre en la provincia de Salamanca (centro-oeste), anunció el lunes la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), el tercero desde enero. El animal en cuestión fue abatido, señaló el organismo con sede en París, en base a un informe del ministerio español de Agricultura. En marzo, un primer caso fue detectado en otra explotación de la misma región, y en mayo, fue localizado un segundo caso en Cantabria (norte), según la base de datos de la OIE. Para el caso confirmado el lunes, la muestra fue extraída el 10 de noviembre en el marco de un programa nacional de vigilancia, y las pruebas revelaron una cepa de EEB "atípica", explica la OIE. "Se trata de un caso de EEB atípico y de EEB clásico, que por consecuencia no tiene ninguna repercusión en el estatuto epidemiológico del país", precisó una portavoz del ministerio español de Agricultura. Según la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), "solo el agente infeccioso causante del EEB clásico puede ser transmitido a los humanos". El origen de la infección es "desconocido o incierto", según el informe de la OIE. La explotación, situada en el pueblo de El Sahugo, tenía 213 animales, entre ellos la vaca afectada, nacida en 1999. El resto de la bovinos no fueron abatidos. El número de casos de EEB en Europa cayó inmediatamente después de que se prohibieran las harinas animales a finales de 2001, pero desde entonces se han detectado algunos caso aislados. Los últimos fueron localizados en Francia, en 2016 y 2011, y en Irlanda, en 2015. La epidemia de EEB, identificada a finales de los años 1980 en Reino Unido, se propagó a numerosos países europeas y en todo el mundo a través de harinas animales destinadas a la alimentación del ganado y producidas a partir de animales infectados.