Una infección viral que causa una morbilidad prolongada en el ganado vacuno fue identificada por veterinarios de la India.
Se trata de la Dermatosis Nodular Contagiosa, enfermedad de la piel grumosa que se caracteriza porque la dolencia aparece como nódulos de dos a cinco centímetros de diámetro en el cuerpo de los animales afectados, particularmente alrededor de la cabeza, cuello, extremidades, ubres y genitales.
Según informa el portal agromeat.com los nódulos se abren gradualmente como grandes y profundas heridas. En un 10 % de los casos el animal infectado sucumbe, según la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). (Lea: La FAO preocupada por el avance de dermatosis nodular contagiosa)
Saji Joseph, residente del pueblo de Kammana en el sureño estado indio de Kerala, citado en la nota del portal, dijo que en la primera semana de enero tres de sus cinco vacas mostraron bultos en sus cuerpos acompañados de fiebre alta. En el plazo de siete días sus reses se demacraron.
En esa aldea de productores de leche los toros y búfalos infectados son incapaces de tirar las carretas o realizar actividades agrícolas, agregó.
El virus se propaga fácilmente a través de insectos que chupan sangre como mosquitos, moscas y garrapatas, a través de la saliva, el agua y los alimentos contaminados. No hay tratamiento disponible para la enfermedad.
De forma menos común, el virus puede propagarse mediante contacto directo con lesiones cutáneas, saliva, descarga nasal, leche o semen de animales infectados.
La enfermedad puede variar de moderada a severa; los animales más jóvenes son por lo general los afectados con mayor severidad. Los animales tendrán fiebre, experimentarán letargo y renuencia a comer. Los animales pueden presentar descarga en los ojos y nariz, reducir la producción de leche y perder peso. El signo más evidente serán los múltiples nódulos sobre el cuerpo, incluyendo el morro, las fosas nasales, la cabeza, el cuello, el lomo, las patas, el escroto, el perineo, las ubres, los párpados, la mucosa nasal y bucal, y la cola. (Lea: Situación actual de las 8 enfermedades de interés mayor para la OIE)
Estos nódulos pueden supurar y mostrar un centro ulcerado. Los nódulos también se pueden desarrollar en el tracto gastrointestinal, especialmente en el abomaso (estómago verdadero), así como en la tráquea y pulmones, lo que genera una neumonía primaria y secundaria. Se puede visualizar cojera debido a la inflamación de los tendones y la inflamación severa del pecho y de las patas. Esta cojera puede ser permanente con daño severo a los tendones y articulaciones proveniente de infecciones bacterianas secundarias. También pueden sufrir daño permanente en los pezones y las glándulas mamarias debido a infecciones bacterianas secundarias y mastitis. La ocurrencia de abortos e infección intrauterina es posible; también puede tener lugar la esterilidad permanente tanto en toros como en vacas.
Históricamente el mal estuvo confinado en África, donde fue descubierto en 1929, y partes de Asia Occidental. En los últimos años se extendió a territorios más allá de las zonas endémicas. En 2015, incursionó en la parte europea de Turquía y Grecia.
Al año siguiente causó estragos en los países balcánicos y caucásicos y en Rusia. Desde su llegada a Bangladesh en 2019 se propagó por Asia en proporciones epidémicas, describió el portal Down To Earth.
Según un informe de evaluación de riesgos de la FAO, la enfermedad llegó a China, India, Nepal, Taiwán, Bhután, Vietnam y Hong Kong. Al menos 23 países del sur, este y sudeste de Asia están amenazados por esa enfermedad. (Lea: ¿Cómo se presenta la dermatitis interdigital en bovinos?)
Vandana Gupta, profesora adjunta de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Zootecnia en Jabalpur, ciudad del central estado indio de Madhya Pradesh, señaló la necesidad urgente de una estrategia de prevención.
Por el momento la enfermedad no se ha registrado en el continente americano, aunque las autoridades sanitarias están atentas a cualquier síntoma que se presente en el ganado.