En Argentina, más específicamente en la ciudad de Oberá, provincia de Misiones, se encuentra un predio con 125 hectáreas dedicadas a la ganadería de leche, que se destaca por producir leche de calidad, pese a que los animales viven en un predio con condiciones adversas. Raúl Kuz es el ganadero con el predio modelo que fue ejemplo durante la primera Expo Ganadera, que eligió su finca para la realización de un día de campo, según reseñaron medios argentinos. (Lea: Guía para ejercer la ganadería en tierra árida) El ganadero dijo en entrevista con Misiones On Line que las primeras vacas se compraron en 1999, cuando empezó la travesía de criar animales en terrenos desfavorables por la presencia de piedras y montañas, pero que demostró es posible adaptar a la explotación lechera. “Tenemos un predio de 125 hectáreas en una zona no muy favorable para la agricultura, por los desniveles y la gran cantidad de piedras que hay, entonces decidimos apostar a la ganadería”, señaló Kuz. El productor pecuario explicó al medio que la finca inició con la cría de 10 animales y en la actualidad cuentan con 150, aunque buscan tener una cantidad más elevada de bovinos, lo que se hace con la retención de vientres y venta reducida de reses. “Aunque estamos vendiendo poco, porque preferimos mezquinar vientres para aumentar el número de animales, hoy esta actividad nos permite un ingreso para sustentar los gastos familiares y reinvertir en pasturas, alambrados, mejoras en potreros e instrumentos varios”, indicó. Las hectáreas se dividen en 10 potreros y en todos se garantiza el pasto y los silvopastoriles para el ganado. “Usamos 100 % del suelo, nos fuimos acomodando al tipo de pastura”, mencionó el productor. La experiencia colombiana La zona colombiana que se dedica a la lechería especializada en terrenos con pendientes y piedras es Antioquia.Las condiciones del suelo de esta región no han sido impedimento para que el departamento produzca 3 millones 800 mil litros de leche diarios. (Lea: Tragedia en Antioquia por falta de acopio y caída de precio de leche) Mariano Restrepo, presidente de la Federación de Lecheros de Antioquia, Fedelán, afirmó que la región se desarrolla una ganadería exitosa en medio de laderas, pero se tiene la fortuna de disponer de agua para tener predios con índices elevados de pasturas que consumen las vacas. Sebastián Ramírez, ganadero en Santa Rosa de Osos, Antioquia, tiene una ganadería de leche en un predio montañoso. Allí conserva pasturas verdes para terneras, animales de descarte y vacas en lactancia. El manejo dado a la finca se desarrolla con estrategias que evitan el daño de los bovinos, ya sea por riesgo de caídas en laderas o por escasez de comida. “Para producir leche en laderas se necesitan animales grandes y con fortaleza en aplomos y sistema locomotor”, relató el ganadero antioqueño que creó caminos en cemento en el predio para desplazar bovinos a las salas de ordeño. “El terreno a veces puede estar pantanoso y por la ladera es mejor que caminen por donde se quiere, por eso es bueno crear caminos seguros”, apuntó. En las partes más empinadas de la finca de Ramírez se mantienen las terneras y vacas de reemplazo y en las laderas menos riesgosas las vacas en lactancia. A Sebastián Ramírez nunca una res se le ha caído en las laderas porque ha sabido adaptar el predio de la mano con pautas de bienestar. “Se tiene paciencia para que los animales no se caigan; nunca se acosan”, apuntó. (Lea: 5 razas lecheras y sus valores en calidad y cantidad) Andrés Hernández, ganadero en Puerto Berrío, Antioquia, mantiene en su sistema productivo de leche, animales sanos que se desplazan por laderas empinadas y semiempinadas. La clave está en la siembra de pasturas que no generan tallos en abundancia para evitar que los animales se enreden y caigan, lo que podría afectar alguno de sus órganos u ocasionar su muerte. Él diseñó unas divisiones de terrazas en las laderas para evitar que la tierra se erosione o deslice ante lluvias prolongadas. “Las hicimos con bueyes pero se pueden hacer con azadones y arado para sembrar pasto de corte”, compartió Hernández. Ambos ganaderos han elegido la siembra de kikuyo por el crecimiento sin complicaciones que ha tenido en terrenos montañosos. Según el ganadero de Puerto Berrío, no deja envejecer este pasto al momento de darlo a las vacas, para tener un alimento más fresco, pero sobre todo, porque aun cuando no posee muchos tallos, en una cosecha extensa se podría enredar en las patas de los semovientes.