La Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) crearon el Grupo Técnico de Vigilancia Integrada del uso y la Resistencia a los Antimicrobianos (RAM), al ser considerada una amenaza en materia económica, alimentaria y ambiental.

De acuerdo con lo expuesto por la directora general adjunta de Normas internacionales y Ciencia de la OMSA, Montserrat Arroyo Kuribreña, destacó que los objetivos de esta unión estarán enfocados en diseñar políticas de impacto para combatir la RAM, a través del desarrollo de infraestructuras y capacidades específicas para este fin.

Por su parte, el director general de la FAO, QU Dongyu, manifestó que los sistemas agroalimentarios juegan un papel clave para frenar la propagación de la resistencia a los antimicrobianos (RAM), y esa entidad está plenamente comprometida en hacer frente a lo que la ONU considera una de las 10 principales amenazas para la salud mundial.

"La FAO está plenamente comprometida a trabajar con sus socios para crear sistemas agroalimentarios más eficientes, más inclusivos, más resistentes y más sostenibles para una mejor producción, una mejor nutrición, un mejor medio ambiente y una vida mejor para todos", afirmó el directivo.

Subrayó la importancia del enfoque "Una salud" para reducir el uso de antimicrobianos en el sector agroalimentario. Este es un enfoque integrado y unificador que pretende equilibrar y optimizar de forma sostenible la salud de las personas, los animales y los ecosistemas, reconociendo que están estrechamente vinculados y son interdependientes. (Lea: Las claves para prevenir la resistencia antimicrobiana)

Actualmente el organismo internacional está preparando una iniciativa mundial a 10 años para reducir la necesidad de antimicrobianos en los sistemas agroalimentarios. Además, ha desarrollado la primera versión de la plataforma informática internacional para el seguimiento de la resistencia a los antimicrobianos, que tiene como objetivo abordar la falta de información existente de esta materia.

El Grupo tendrá la labor de basarse en la colaboración multisectorial para asesorar al Grupo de Líderes Globales sobre Resistencia a los Antimicrobianos, en materia de vigilancia al empleo de estos medicamentos, así como la magnitud de este problema en las diferentes regiones, según una nota publicada en el portal ganaderia.com

La directora general adjunta de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), María Helena Semedo, expuso que en primera instancia, se buscará crear un marco armonizado, con el cual los países puedan orientar sus prioridades sobre el monitoreo y uso de antibióticos.

El Grupo Técnico compartirá su experiencia en cuanto a la RAM a lo largo de todos los sectores pertinentes, incluidos la salud animal, de los sistemas alimentarios y medio ambiente, además de la sanidad humana y vegetal.

Al respecto, Hanan Balkhy, subdirector general de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para la RAM, comentó que la vigilancia eficaz en materia de utilización y resistencia de antimicrobianos en los diferentes sectores pertinentes, es un elemento integral para dar una respuesta efectiva y acorde al concepto de Una Sola Salud. (Lea: La resistencia a los antimicrobianos puede afectar la vida y el bienestar de millones de personas)

La RAM se produce cuando microorganismos como bacterias, virus, parásitos u hongos se hacen resistentes a tratamientos antimicrobianos a los que antes eran susceptibles. El creciente uso y abuso de antimicrobianos y otros factores de estrés microbiano (por ejemplo, la presencia de metales pesados y otros contaminantes) crean condiciones favorables para que los microorganismos desarrollen resistencia. 

Esto, a su vez, plantea graves amenazas para la salud humana, animal, vegetal y medioambiental, la inocuidad de los alimentos, la seguridad alimentaria y la prevención, preparación y respuesta ante pandemias.

El Banco Mundial calcula que, en la próxima década, la RAM podría provocar un déficit del PIB de al menos 3,4 billones de dólares anuales, y que otros 24 millones de personas se verían abocadas a la pobreza extrema en 2030 si no se toman hoy medidas contra la RAM.