Cada uno de los alimentos líquidos y sólidos se producen con cierta cantidad de agua y algunos demandan más el líquido que otros. De ahí la importancia de no desperdiciar la comida y de ahorrar el recurso hídrico.

Así lo señala la Organización Global Water Footpring que desarrolló un programa para evaluar la huella hídrica en actividades industriales, al advertir que 2,8 millones de personas en 48 países sufrirán por escasez del agua en el 2025 y 25 años después será el 60 % del planeta el que padecerá por la ausencia del preciado líquido.

Global Water ha manifestado que si las personas se conectan con el proceso de producción de los alimentos y la cantidad de recursos naturales requeridos para obtenerlos, se dará un manejo adecuado al agua dulce.

De esta manera, la huella hídrica es una herramienta útil que mide el uso del agua de consumidores y productores de alimentos. El mecanismo sirve de referencia entre todos los eslabones de las cadenas en diferentes países que pueden compartir experiencias sobre el impacto que genera el uso del recurso hídrico. (Lea: La tecnología, vital en el manejo de los recursos hídricos)

La huella hídrica per cápita en Estados Unidos, según Global Water, es de 2.483 metros cúbicos cada año. En Grecia es de 2.389 metros cúbicos y en Italia de 2.322 metros cúbicos. El 70% del agua dulce disponible en el planeta se consume en la actividad agrícola.

Siembra de árboles y conservación de fuentes hídricas

Ganadería Colombiana Sostenible es uno de los proyectos más destacados en el país y desde el cual se incentiva la práctica de la producción intensiva con sistemas silvopastoriles y teniendo siempre presente la importancia de ser amigables con el medio ambiente.

La iniciativa la dirige la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, que desde este mes de marzo desarrolla un plan de recuperación y conservación de fuentes hídricas desde la producción de leche y carne. (Lea: Reforestación y acueductos rurales, claves para gestionar recursos hídricos)

Brasileros y colombianos se reúnen en Bogotá para establecer la mesa de trabajo en la que se capacitará sobre la siembra de árboles alrededor de las fuentes hídricas y luego se transmitirán esos conocimientos a los ganaderos del país para que además de cuidar el agua aprovechen los recursos madereros y no madereros de las plantaciones de manera sostenible.

Imagen: CONtexto ganadero.

Cecilia Del Cid, coordinadora del programa de capacitación en el neotrópico de la entidad internacional Iniciativa de Liderazgo y Capacitación Ambiental, ELTI (por sus siglas en inglés), integra el grupo de trabajo de siembra de árboles de Fedegán y resaltó que se crearán líneas de paisajes productivos que ayudarán a la ganadería a recuperar sus zonas hídricas y las especies que allí habitan y que necesitan agua limpia para vivir.

En este 2014 se generará una agenda de las primeras zonas de Colombia en las que se sembrarán los árboles y se definirá qué especies se plantarán, de acuerdo al perfil del suelo.