Las vacas lecheras de la finca de Gildas Le Béhoc, en Francia, comen pasto, como en cualquier parte del mundo. Sin embargo, al observarlas con detenimiento, las personas detallan que llevan impresas en su piel figuras pintadas de diversos colores, códigos QR.
Los códigos, que se han popularizado en el mundo por estar presentes en cajas, envases, afiches, entre otras presentaciones, fueron la forma que encontró el ganadero Gildas para lograr la comercialización de lo que producen sus animales en la región. La estrategia de comunicación y publicidad ha atraído a consumidores y turistas que se aglomeran alrededor del predio para fotografiar las vacas. Otros incluso saltan las cercas de la finca y acceden al código.
Le Béhoc señaló en un video difundo en youtube que un amigo experto en tecnología le explicó sobre los QR codes que inundan el comercio en todo el mundo y de su idea de utilizar el código en el negocio ganadero para facilitar la venta de los productos. (Lea: Primera vaca que produce leche con proteínas humanas cumplirá 3 años)
Señaló que se inclinó por su uso porque la zona donde se ubica la finca está protegida y se impide la ubicación de publicidad en el exterior, pero no se dice nada sobre el uso de ella en los animales.
Marie Ben, miembro del negocio, manifestó que las personas necesitan tener un smarphone y ubicarse junto a la vaca para escanear el código que los dirige a una juego que contiene 9 casillas.
El usuario señala 3 casillas al azar y si en ellas sale la figura de una vaca recibe premios. Camille Arror, una de las afortunadas en acertar con las imágenes en el juego, señaló que es un inusual, pero sorprendente método de comunicación.
Béhoc añadió que los QR en las vacas les han permitido recibir visitas diarias, dar a conocer sus lácteos. Además, la estrategia ha servido de inspiración en fincas aledañas.