La exportación de ganado en pie se realiza por tierra y por vía marítima. En ambos casos el transporte debe ser considerado un aspecto fundamental que garantice en todo momento el bienestar animal.

Los primeros días de junio próximo saldrá un nuevo embarque de animales y vacas criadas en Uruguay rumbo a China. Serán más de 4.300 cabezas de ganado entre los 10 y 15 meses de edad que luego se sacrificarán para el consumo humano.

Del debido transporte de los animales hasta la planta de beneficio depende la obtención de una carne con terneza y calidad que cualquier consumidor en el mundo quiere probar.

Esa carne jugosa que llega a la mesa del consumidor fue de un vacuno que en la cadena productiva recibió todo el tratamiento idóneo de alimentación, cuidados sanitarios, vacunación y transporte.

En ese último punto, el ganadero busca evitar episodios de estrés, lesiones físicas o internas de los animales. Para tal fin, se han difundido las Buenas Prácticas Ganadera, BPG. (Lea: Inversión de 3 años en bovinos se puede perder en 24 meses)

Esperanza Polanía, coordinadora de seguimiento epidemiológico de la Federación Colombiana de Ganaderos y el Fondo Nacional del Ganado, Fedegán-FNG, señaló que los productores han recibido capacitaciones en las que se les enseña sobre el bienestar animal, es decir, a dar un trato adecuado a los animales, a valorarlos como otro ser vivo y a evitar golpearlos o dejarlos en sitios hacinados.

Señaló que una de las prácticas en las que los animales corren más riesgo de estrés y hacinamiento es cuando se transportan. En el país se cuenta con espacios adecuados para promover la ganadería sostenible sin maltrato animal, pero hay que trabajar más para mejorar las condiciones de transporte de los animales que salen de fincas en camiones “no adecuados y conducidos por personal no competente que frena brusco o los lleva hacinados”.

Leonardo Fabio de las Salas, coordinador de la Unidad Regional de Desarrollo Ganadero, URDG, de Fedegán en Córdoba, explicó que la movilización adecuada de animales comienza en el predio donde el ganadero tiene a la mano el protocolo de cuidados que se basa en no gritar, golpear o chuzar a los rumiantes.

Seguido, tener claridad sobre el número de animales a transportar, sus edades y estado de salud. Por ningún motivo se debe considerar el desplazamiento de animales a punto de parir, a menos que sea para que reciban atención médica.

Para en el caso de animales que se dirigen a frigoríficos, lo ideal, añadió De las Salas, es procurar por la movilización de reses con pesos y edades similares. Si es de obligatoriedad la movilización de ejemplares dispares, los vehículos deben tener módulos de división para evitar que una res pesada pueda caer sobre las menores.

Para el coordinador de la URDG de Fedegán en Córdoba, el conductor requiere de preparación para desplazarse con cuidado, sin exceder la velocidad, sin pasar por huecos y teniendo a la mano la documentación que el ganadero debió darle, la cual incluye guías de movilización sanitarias coherentes con el número de animales que está en el automotor.

“En Córdoba, del predio al frigorífico las distancias son de máximo 2 horas. Pero hay trayectos de más de 8 horas, allí se recomienda hacer paradas y asegurar la comida y la hidratación de los animales”, dijo De las Salas, quien añadió que transitar animales por Colombia se dificulta por el deterioro de las vías. "Falta más ayuda del Gobierno para arreglarlas". 

Cosas tan sencillas como estacionarse o frenar con cuidado también son relevantes para garantizar que el animal llegue a si destino sin alternaciones. De esta forma, no se pierde el trabajo desarrollado por el productor en la finca. (Lea: Bienestar animal, clave para lograr rentabilidad en la ganadería)

“Los conductores se deberían capacitar. Fui testigo de un caso en el que una res estuvo apunto de salirse del vehículo porque no se transportó como debía. A veces llenan los vehículos sin considerar que por cada animal de 450 kilos se debe tener un área de 320 centímetros de protección para que no caiga un animal sobre otro y pueda hasta morir”, confesó De las Salas.

Sobre las condiciones físicas del vehículo señaló que el ganadero inspecciona que no haya objetos corto punzantes o tablas sueltas. “Un piso antideslizante sería lo mejor”, indicó.

Para el caso del transporte vía marítima dijo que son recorridos más extensos en los que recomienda el acompañamiento de un médico veterinario, de igual forma garantizar alimentación, agua y evitar alterar con gritos o golpes a los ejemplares.

Otro tipo de transporte al que se someten los animales se utiliza cuando hay ferias ganaderas. Carlos García Castro, dueño de la hacienda Aquitania en San Francisco, Cundinamarca, señaló que lo esencial es preparar a los animales con tiempo, saber cuáles van a viajar para que entre ellos no se peleen, no forzarlos a la hora de subirlos al camión, no llevar muchas reses para que no estén apretados, todo esto evitará que se estresen y lleguen de forma óptima al evento.

“Nosotros apenas llegamos a una feria lo que hacemos es darles mucha agua, para que se hidraten y luego procedemos a alimentarlos con silos de maíz, heno y algo de suplementación para que no pierdan peso”, afirmó García.

Para Diego Bernal, administrador del rancho Acajure, ubicado en San Carlos, Meta, no cambiar en lo absoluto la alimentación y cerciorarse de las adecuadas condiciones del camión que transporta a los animales, es vital para que esos factores no generen estrés en los bovinos. (Lea: Cuidar el transporte es clave a la hora de participar en una feria)

“Para mí es clave que el vehículo tenga protección en los bordes para que los animales no se golpeen. Un lugar cómodo y seco para que puedan dormir, porque si no es así, eso los altera y por último el conductor no puede ir a una velocidad muy elevada, para evitar un accidente o que se caigan las reses durante el recorrido”, expuso Bernal.

Así las cosas tenga en cuenta estas recomendaciones la próxima vez que vaya a transportar animnales, piense que del cuidado y esmero que usted ponga en esa tarea depende en gran parte la carne que consumirán quienes la adquieran.