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Foto: hakaimagazine.com

El ganado salvaje que habita en la isla de Chirikof en Alaska (EE. UU.), cerca del Polo Norte, lleva más de 200 años en las praderas de esta isla.

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¿Sabía que existen vacas salvajes en una isla de Alaska?

por: CONtexto ganadero- 31 de Diciembre 1969

En una isla llamada Chirikof, en el estado de Alaska, que se caracteriza por ser la región más fría de EE. UU., habitan más de 2.000 vacas salvajes. ¿Cómo llegaron allí y cómo han sobrevivido? Aquí le contamos parte del relato elaborado por la escritora y editora de la revista Hakai, Jude Isabella.

El estado de Alaska, ubicado al norte de Canadá en el Círculo Polar Ártico, no cuenta con las vacas como especie nativa, pero en la isla Chirikof, en el archipiélago de Kodiak, el ganado salvaje es dominante. Según el último recuento, más de 2.000 vacas y toros deambulan por Chirikof, una de las muchas islas dentro de un refugio de vida silvestre en Estados Unidos.

Sin embargo, es una vida dura para estos animales. La escritora y editora de la revista Hakai, Jude Isabella, relató la historia de los bovinos de Alaska en una crónica reciente titulada “La República de las Vacas”. Para ello, viajó a Chirikof en 2022 a verlos con sus propios ojos. (Lea en CONtexto ganadero: La raza bovina salvaje que es más rara que los osos panda)

La autora menciona que, dependiendo de a quién se le pregunte, el ganado puede ser tanto especie invasora no deseada como heredero legítimo de un lugar que ha habitado durante 200 años, tal vez más. Su permanencia probablemente se reduzca a las emociones humanas, no a la evidencia.

Cuenta que el ganado fue transportado a Chirikof y otras islas del archipiélago de Kodiak por los rusos con el fin de establecer una colonia agrícola. Sin embargo, cuando Alaska fue vendida a EE. UU. en 1867, dejaron atrás las vacas y toros. (Lea en CONtexto ganadero: ¿Por qué han desaparecido o están en peligro de extinción estas razas bovinas?)

Al escuchar sobre los animales salvajes pastando en esas islas, el granjero Jack McCord, que llegó a Kodiak en la década de 1920 buscando oro, compró el rebaño de Chirikof a una empresa que tenía derechos sobre él, antes de que el gobierno federal lo declarara al ganado salvaje para asumir su control.

En 1927, presionó exitosamente al Congreso de EE. UU. para crear una legislación que consagrara el derecho del ganado de propiedad privada a pastar en tierras públicas. Luego introdujo nuevos toros para equilibrar la manada e inyectar genes nuevos en el grupo, pero pronto perdió el control de su ganado. A principios de 1939, todavía tenía 1.500 cabezas de ganado salvaje, pero eran demasiadas para poder manejarlas.

El clima tormentoso e impredecible disuadió a la mayoría de los cazadores a los que McCord recurrió en busca de ayuda para reducir la manada. Si bien consiguió cinco hombres lo suficientemente temerarios como para apostar contra los dioses del clima, la expedición fracasó y finalmente, en 1950 McCord se rindió. (Lea en CONtexto ganadero: Conozca al yak salvaje, bovino más grande del mundo que tiene cola de caballo)

Tres décadas después, en 1980, el gobierno creó el Refugio Nacional Marítimo de Vida Silvestre de Alaska, un área protegida por el gobierno federal, y encargó su gestión al Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos (USFWS por sus siglas en inglés). Esto significó preservar el hábitat natural y hacer frente a las especies introducidas e invasoras.

Isabella cuenta que los habitantes de Alaska se emocionaron con este logro. «Dejemos una isla en Alaska para el ganado», dijo el gobernador Frank Murkowski en 2003. Trece años después, su hija, la senadora de Alaska Lisa Murkowski, impulsó para que el Congreso le ordenara al USFWS que dejara en paz al ganado.

En entrevista con Alaska Public Media, la autora del artículo relató que las vacas viven y mueren dependiendo de la intensidad del invierno y la disponibilidad de alimentos. Debido al clima inclemente de la región, muchas han muerto, por lo que la isla está cubierta de huesos de vaca, como tibias y fémures, escapulares, cráneos, cuernos y dientes.

Isabella envió muestras a un científico que investiga la genética de especies híbridas para confirmar mi conclusión que el ganado es híbrido, con cierta ascendencia de raza pardo suizo, pero principalmente hereford británico y yakutian ruso, una raza en peligro de extinción. Estos últimos son tolerantes al frío, pero ningún estudio mostró que haya habido fuerzas selectivas en juego.

Por lo pronto, el ganado seguirá sobreviviendo en esta isla, aunque las condiciones no sean las mejores. Como dijo Frank Murkowski: Alaska probablemente siempre tendrá ganado salvaje.