Así lo reportó Reuters, explicando que esta medida comercial destinada a intentar reducir las importaciones de carne podría afectar a los mayores proveedores de China: Brasil, Argentina y Australia.
Las importaciones totales de carne de res del gigante asiático alcanzaron los 14.200 millones de dólares en 2023, frente a los USD 8.200 millones de dólares de 2019. Brasil representó el 42 % del valor comercial total, seguido de Argentina con el 15 % y Australia con el 12 %.
De acuerdo con el Ministerio, las importaciones de carne de res en 2023 fueron casi un 65% más altas que en 2019, y las importaciones en el primer semestre de 2024 fueron más del doble que las del primer semestre de 2019. (Lea en CONtexto ganadero: China reduce la demanda de carne y hace caer los precios a nivel internacional)
La investigación se centrará en carne fresca, carne refrigerada, cabeza y carne congelada importadas entre el 1 de enero de 2019 y el 30 de junio de 2024, dijo la cartera en un comunicado, y agregó que inició la pesquisa por una solicitud de la Asociación de Ganadería de China y otros grupos ganaderos y la industria local.
“La industria refleja que las importaciones excesivas de carne vacuna han causado un daño sustancial a la industria ganadera de nuestro país. Pedimos enérgicamente al Gobierno que tome medidas de control sobre la carne importada para proteger el sustento de los agricultores y la seguridad de la industria”, señaló la Asociación.
Entre enero y noviembre, China importó 2,6 millones de toneladas de los productos cárnicos que son objeto de investigación, mientras que en 2019 las importaciones fueron de 1,66 millones de t, lo que significa que en 5 años se ha importado casi un millón más. Se espera que la investigación concluya en ocho meses, aunque podría extenderse en circunstancias especiales.
Según los solicitantes, este fuerte aumento en los volúmenes de importación durante el período había “dañado gravemente” la industria nacional de China. Los productos cárnicos investigados representaron el 30,9 % del mercado interno de China.
En consecuencia, el exceso de oferta, derivado de un aumento significativo en las importaciones, ha generado una competencia que amenaza la estabilidad económica de los productores chinos. Los precios de los animales, incluido cerdo y pollo, han caído por la sobreoferta pero también por un menor consumo, pues los chinos están comprando menos en una economía en desaceleración.
“La mayoría de las granjas de ganado vacuno de China se encuentran en una situación deficitaria. El impacto de una gran cantidad de carne de vacuno importada sin duda añade sal a la herida”, añadió la Asociación en un informe de los medios estatales. (Lea en CONtexto ganadero: Quiebre de tendencia en la demanda China de carne vacuna plantea un nuevo escenario para 2025)
El precio de la carne de vacuno ha caído a su nivel más bajo de los últimos cinco años, y el precio del ganado vivo ha caído a su nivel más bajo de los últimos 10 años. Por su parte, el Ministerio de Agricultura reveló que el precio promedio de la carne de res al por mayor bajó 22 % en diciembre de 2024 a 59,82 yuanes (8,20 dólares) por kilogramo, frente a los 77,18 yuanes (10,5 dólares) que tenía hace dos años.
Si bien el Ministerio dijo que la investigación no está dirigida a países o regiones específicos, no distingue el origen de los productos y no afectará el comercio habitual, los países exportadores manifestaron su preocupación. Por ejemplo, el gobierno brasileño dijo en un comunicado que trabajará en los próximos meses para demostrar que la carne que Brasil exporta a China es “complementaria” a la producción china y no perjudica de ninguna manera la industria del país asiático.
Otras investigaciones del Gobierno chino
La decisión de China de investigar las importaciones de carne de res podría tener repercusiones significativas en el comercio global. China es uno de los mayores importadores de carne de res del mundo, y cualquier cambio en sus políticas comerciales podría afectar a los principales exportadores, quienes dependen en gran medida de este mercado para mantener su crecimiento.
Además, los resultados de esta investigación podrían derivar en la implementación de aranceles adicionales o restricciones a las importaciones, medidas que buscarían proteger a los productores chinos pero que podrían desencadenar represalias comerciales por parte de los países exportadores.
En junio, Pekín intentó contener los precios pidiendo a los ganaderos que retuvieran sus ganados pero los precios siguen en descenso en medio de un aumento de las importaciones. Argentina, en particular, aumentó sus envíos en los primeros 11 meses de 2024 en un 10 % frente al mismo periodo de 2023, alcanzando 533.005 t.
China también está considerando restricciones comerciales a las importaciones de productos lácteos y carne de cerdo de la Unión Europea, aunque en este caso, los analistas sugieren que la investigación antidumping y antisubsidios es una respuesta en retaliación contra el plan arancelario del bloque para los vehículos eléctricos fabricados en China.