La compañía ha invertido $770.000 USD para la implementación y adecuación de su programa de instalaciones adecuadas al bienestar, a fin de beneficiar a miles de sus colaboradores en Colombia y Centroamérica.
Actualmente, las compañías a nivel mundial invierten cada vez más recursos para la gestión de su talento humano, a fin de garantizar el bienestar de los colaboradores e implementar mejores estrategias de equidad e inclusión. En ese sentido, lograr espacios adecuados y aptos para que todos puedan desarrollar su máximo potencial y equilibrar su vida personal y laboral, es uno de los principales retos, especialmente para quienes también ejercen un rol de maternidad en sus hogares.
De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en Colombia las madres tienen 6,5% menos ingreso que las mujeres sin hijos. Asimismo, la participación laboral de las mujeres con hijos es del 55%, mientras que la de las mujeres que no tienen es de 62,1%. Además, se estimó que para el 2020 más de 2 millones de madres dejarían su trabajo, dada la falta de equilibrio entre la labor que genera trabajar desde casa y hacerse cargo de sus hijos.
En ese contexto, empresas como Cargill –compañía especializada en comercio y producción de proteína animal, granos y premezclas– han unido esfuerzos para establecer nuevos estándares donde la inclusión, la diversidad y equidad de los colaboradores se conviertan en la nueva norma del mundo corporativo; haciendo parte del movimiento “Paradigma de la paridad”, una coalición de organizaciones dedicadas a abordar la brecha de género en el liderazgo empresarial.
Cargill viene implementando en Colombia un programa de instalaciones que se adapten al bienestar, con el objetivo de proporcionar espacios laborales seguros, accesibles y convenientes para todos los colaboradores. Por ello, la compañía ha invertido un aproximado de $770.000 USD en la adecuación de instalaciones e implementación de programas de inclusión, diversidad y equidad que beneficiarán a miles de colaboradores en sus actividades en Colombia y Centroamérica.
Adicionalmente, teniendo en cuenta que uno de los desafíos para las mujeres después su licencia de maternidad es dejar de amamantar a sus bebés, ya que implica extraer leche en sus lugares de trabajo y guardarla durante el día; Cargill ha logrado poner en marcha tres salas de lactancia en las plantas de procesamiento de Colombia, donde las mujeres en periodo de lactancia pueden tomar un espacio de su jornada para extraer su leche materna, garantizando los niveles de nutrición de sus hijos, pues según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los bebés que son alimentados con leche materna hasta los 6 meses logran mejores índices de desarrollo motriz, reducen los índices de obesidad y mejora las defensas.
Para Luz Villar Mejía, operaria en la Planta de Portachuelo y beneficiaria de la sala de lactancia de Cargill, este espacio ha sido clave para continuar con su desarrollo como profesional y su rol de maternidad. “Durante mi embarazo estuve en casa, y seguí recibiendo todos los beneficios como si estuviera trabajando en la planta, ahora me brindan la oportunidad de hacer uso de esta sala. Gracias a esto puedo seguir alimentando a mi hija con leche materna, pues es el mejor alimento para los niños. Con el uso de la sala materna, puedo guardar la leche y dejarla para que se la suministren mientras estoy en el trabajo, en un espacio seguro y privado”, afirma.
Luz Villar y su esposo intentaron durante cuatro años tener a su primer bebé y cuando lo lograron uno de sus principales miedos era que su trabajo se viera afectado. Sin embargo, ella y muchas trabajadoras pueden disfrutar de su maternidad y periodo de lactancia, haciendo uso de las salas para extraer la leche necesaria para complementar la alimentación de sus bebés; dado que las salas están equipadas con bombas de extracción y cuentan con refrigeradores para guardar la leche y así poderla preservar. La compañía también ha trabajado en implementar salas de descanso, estacionamientos preferenciales, áreas de lockers, servicios sanitarios, así como uniformes cómodos y seguros conforme al género.
Además, debido a que Cargill cuenta con 44% de participación de mujeres en cargos de liderazgo y 36% de fuerza laboral femenina trabaja en sus tres líneas de negocio en el país, la compañía ha impulsado la conformación del comité de Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI), espacio donde todos los colaboradores pueden participar en el diseño y ejecución de estrategias para construir una cultura de diversidad e inclusión. De la misma manera, trabajan de la mano de los líderes por medio de mentorías, donde se impulsan los diferentes talentos para desarrollarse y crecer tanto personal como profesionalmente.
“Para nosotros es importante diseñar espacios inclusivos y procesos que permitan el desarrollo de mujeres y hombres, en todos los ámbitos, fortaleciendo sus capacidades, destrezas y competencias de manera equitativa para eliminar las brechas de talento y tener una organización más diversa”, comenta Kemberly Umaña, Gerente de Manufactura en Cargill Colombia.
Cabe destacar que, según la firma consultora y de reclutamiento Michael Page, son muchos los beneficios que las compañías pueden obtener de la implementación de programas de inclusión y bienestar laboral, como mejoras en el ambiente de trabajo, mayor motivación, mejor reputación empresarial, aumento de la productividad y en el sentido de pertenencia, ya que los colaboradores se sienten aceptados y apreciados.