Según informes de China Media Group (CMG), este programa surge de consultas bilaterales recientes entre las autoridades de ambas potencias para establecer un piloto que permita para rastrear el movimiento transfronterizo de carne de res con el objetivo de promover el desarrollo sostenible del comercio entre ambos países.
La Administración Estatal de Regulación del Mercado de China, en colaboración con instituciones brasileñas, está liderando este esfuerzo para crear una plataforma de trazabilidad. El objetivo es asegurar la transparencia en toda la cadena de suministro de la proteína, desde las pasturas brasileñas hasta los platos de los consumidores chinos.
Este proyecto llega en un momento crucial. La ganadería en Brasil está vinculada a casi el 24 % de la deforestación tropical anual global y aproximadamente al 10 % de las emisiones totales de gases de efecto invernadero. Dado que China importó 2,74 millones de toneladas métricas de carne bovina en 2023, de las cuales más del 40% provino del país sudamericano, el impacto potencial de esta iniciativa es enorme.
El establecimiento de un esquema de trazabilidad es una demanda justificada por el país asiático, considerando su posición como el mayor comprador de carne de res brasileña y otros productos básicos como la soya. Así lo explicó Zhou Zhiwei, un experto en estudios de América Latina de la Academia China de Ciencias Sociales a Global Times, añadiendo que este sistema también será beneficioso para la seguridad alimentaria interna del gigante de Asia y ayudará a Brasil a cumplir con los estándares de salud, seguridad y calidad exigidos por el mercado chino.
El sistema de trazabilidad no solo ayudará a combatir la falsificación de productos cárnicos, sino que también permitirá a los consumidores y reguladores seguir el recorrido de la carne desde su origen. Esto podría ser un paso significativo hacia prácticas ganaderas más sostenibles y la reducción de la deforestación ilegal en la Amazonía y el Cerrado.
Aunque los desafíos son considerables, incluyendo los costos más altos y las complejidades logísticas, este programa piloto representa un cambio de paradigma en la industria. Refleja una creciente conciencia en China sobre la importancia de la sostenibilidad, impulsada tanto por señales políticas como por la presión de los inversores.
El éxito de esta iniciativa podría sentar las bases para un estándar global unificado en la trazabilidad de la carne, marcando el comienzo de una nueva era en la producción y el comercio de carne bovina sostenible. Con China y Brasil a la vanguardia, el futuro de la industria cárnica podría estar en el umbral de una transformación verde y transparente.
Fuentes: Reuters y Global Times