Con la compensación de emisiones de gases de efecto invernadero, estadios ambientalmente correctos y un "pasaporte verde" para los turistas, el gobierno brasileño anunció el martes un paquete de iniciativas para tornar más ecológica la Copa del Mundo.

"Queremos marcar goles verdes", dijo la ministra de Medio Ambiente, Izabella Teixeira, en rueda de prensa. 

El Mundial, como la mayoría de grandes eventos deportivos, se saldará con una gran emisión de gases que provocan el calentamiento del planeta (CO2 y equivalentes). (Lea: Colombia: Con Mundial de Fútbol, pero sin admisibilidad sanitaria)

Transporte, obras, hospedaje y todo lo que tenga que ver con el evento, directa o indirectamente, dejará una marca de 1,4 millones de toneladas de carbono, que equivaldría a poco menos de la mitad de los gases generados por los Juegos Olímpicos de Londres, informó Teixeira. 

El gobierno aseguró que las que se consideran emisiones son 59 mil toneladas de CO2, ya compensadas con un programa lanzado por el gobierno a través del cual empresas donan créditos de carbono a cambio de un sello verde que les dará la publicidad de haber colaborado a "enverdecer" el evento. 

Ese programa logró una adhesión equivalente a 115 mil toneladas hasta el momento, dijo Teixeira. "La Copa comenzará 100% mitigada en sus emisiones directas" y el objetivo es alcanzar "la mayor mitigación posible" hasta el final del año, explicó. 

Junto al Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), el gobierno brasileño lanzó asimismo un pasaporte verde que pretende fomentar el consumo sustentable de los turistas en las 12 ciudades sede, con aplicativos para celular e información en redes sociales. 

La supermodelo brasileña Gisele Bûndchen será la estrella de esa campaña para que los turistas elijan un consumo ecológico. 

Segun el Gobierno, "esta es la primera Copa en la que todos los estadios seguirán modelos de construcción y gestión sostenible", con certificación

LEED (Leadership in Energy and Environmental Deign). Según la ministra, de los 12 estadios dos ya fueron certificados, seis deberían conseguir el certificado antes de la Copa y los otros cuatro este año. (Lea: El ‘mundial’ de razas cebuinas se vive en Brasil)

Otras dos iniciativas tienen que ver con la inclusión social: el entrenamiento de los recolectores de basura para impulsar el reciclaje y darles trabajo durante el evento, en un país en el que esta actividad es muy incipiente, y la instalación de quioscos de venta de alimentos orgánicos y sustentables de la pequeña agricultura familiar en las 12 ciudades sede. 

"Esta Copa es una oportunidad de que Brasil se proyecte en su diversidad ecológica", que va de la selva amazónica al semiárido, la sabana y el Pantanal, dijo el ministro de Turismo, Vinicius Lages.