Si en Colombia, con la llegada de Gustavo Petro al poder se avivó la amenaza de expropiación y las invasiones de tierras, en Brasil con Luiz Inácio Lula da Silva, viven algo parecido.
Según informa Infobae, en tres meses de gobierno de Lula, las invasiones superaron a las de todo 2022. Por un lado, el sector agroindustrial, por el otro los grupos políticos vinculados al gobierno siguen promoviendo invasiones de tierras.
Desde el 1 de enero de este año ya se han producido 16 ocupaciones de tierras, siete por el Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) y nueve por el Frente Nacional de Lucha del Campo y la Ciudad (FNL). La ola de tomas busca presionar al gobierno en favor de la reforma agraria.
Durante la campaña electoral Lula había declarado innúmeras veces que el MST no ocupaba tierras productivas. Los últimos acontecimientos, sin embargo, van en el sentido contrario. En marzo, la invasión por 1.700 militantes del MST de tres granjas del estado de Bahía, en el noroeste de Brasil, donde se cultiva eucalipto, causó revuelo. Las tres son propiedad de Suzano, la mayor empresa de celulosa y papel de América Latina, y tras un tira y afloja que duró días fueron devueltas a sus dueños.
El Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) suspendió líneas de crédito vitales para las actividades rurales y el Ministerio de Asuntos Exteriores de Brasil, que apoyaba al agronegocio brasileño en las embajadas de todo el mundo, ha sido cancelado.
Además, existe un gigantesco problema logístico. faltan almacenes donde guardar la producción. Para este año, unos 120 millones de toneladas de trigo corren el riesgo de no encontrar espacio en los silos existentes. (Lea: ¿La Unión Soviética Latinoamericana?)
Adicionalmente, al Ministerio de Agricultura se ha sumado el de Desarrollo Económico en manos del MST, que lanzó la llamada campaña Abril Rojo, una serie de invasiones en abril para presionar al gobierno en favor de la reforma agraria. “Vamos a retomar la lucha por la tierra” dijo Margarida Silva, de la coordinación nacional del MST, “lo haremos con ocupaciones de tierras, marchas y acciones de solidaridad”.
Quien invade tu tierra, invade tu casa
La reacción de la bancada rural, que apoyó al anterior gobierno de Jair Messias Bolsonaro, fue inmediata. Una campaña en vídeo fue su contraofensiva. “Quien invade tu tierra, invade tu casa, invade tu mesa”, reza el mensaje del agro. “Por cada área invadida en Brasil, el que pierde no es sólo el productor rural. Sino también tú, con el aumento del desempleo y la reducción del suministro de alimentos”.
Según el New York Times, las nuevas ocupaciones han dado lugar a un contramovimiento llamado “Invasión Cero”. Miles de agricultores dicen no confiar en la protección del gobierno sobre sus tierras y se están organizando para enfrentar a los ocupantes ilegales y expulsarlos, aunque, hasta ahora, ha habido poca violencia.
“Nadie quiere pelear, pero nadie quiere perder su propiedad tampoco”, dijo Everaldo Santos, un ganadero de 72 años que dirige un sindicato local de agricultores y es dueño de un rancho de 404 hectáreas cerca del campamento de Itabela. “Lo compraste, usaste tu dinero, tienes los documentos, pagas los impuestos. Así que no dejas que la gente invada y ya”, sostuvo. “Defiendes lo que es tuyo”.
Las encuestas de opinión han demostrado que muchos brasileños se oponen a las ocupaciones de tierras. Algunos de los miembros más militantes del movimiento han invadido fincas activas administradas por grandes agronegocios, destruido cosechas e incluso ocupado brevemente la finca familiar de un expresidente brasileño. (Lea: ¿Cómo hizo Brasil para convertirse en el mayor exportador de carne bovina del mundo?)
Los críticos dicen que el gobierno está alentando las invasiones al recompensar a los ocupantes ilegales con tierras, en lugar de obligarlos a seguir las reglas, como otros que deben pasar por canales burocráticos para solicitar la autorización de una propiedad. Los líderes del movimiento dicen que toman tierras porque el gobierno no actúa a menos que se le presione.
El presidente de la ABCZ, Gabriel Garcia Cid, pidió “respeto constitucional al derecho de propiedad”. En nuestra bandera está escrito “orden y progreso” que solo conseguimos con la paz en el campo.
La defensa del derecho a la propiedad también fue destacada por algunos gobernadores. "En Goiás se lo aclaré a las fuerzas de seguridad. Todos los meses son verdes y amarillos. No hay un mes rojo en mi estado de Goiás y no acepto la invasión de la propiedad rural", dijo el gobernador de Goiás, Ronaldo Caiado.
Seremos duros para garantizar el derecho de propiedad”, destacó el gobernador de São Paulo, Tarcísio de Freitas.
“Nuestra Policía Militar está atenta. Y el hombre en el campo pasará su tiempo produciendo y no cuidando la propiedad”, declaró el gobernador de Minas Gerais, Romeu Zema