La preocupación por el medio ambiente, tanto de los productores como de los comercializadores ha hecho que crezca el interés por producir alimentos que no afecten los ecosistemas.

En tal sentido, Brasil ha desarrollado una oferta de carne carbono neutro y carne bajo de carbono que se va a comenzar a comercializar, según indicó Davi Bungestab, Investigador senior de Embrapa en una charla de Expoagrofuturo.

Explicó que se trata de iniciativas de Embrapa y son marcas registradas. En el caso de la carne carbono neutro es porque existe una compensación del total de emisiones de los animales en el sistema por los árboles implantados en un sistema silvopastoril con el beneficio de bienestar animal, entre otros. (Lea: Así se mueve el comercio ganadero en Brasil)

Al respecto ya hay un contrato firmado con una empresa privada que es la que se va a encargar de comercializarla con este sello y que brinda una garantía para los consumidores que se preocupan por el tema.

Indicó que se tiene un protocolo a nivel de campo y ya existe una asociación de productores que ofrecen el ganado bajo dichas condiciones.

Explicó que como es algo novedoso se han hecho experimentos para ver cuál es la mejor cantidad de árboles por hectárea en la producción de pasturas y en el rendimiento de los animales.

Además, siempre hay un excedente de captura de carbono que después se puede utilizar como crédito dentro del sistema. (Lea: Industria cárnica de Brasil sigue creciendo)

En cuanto a la carne bajo de carbono explicó que en este caso hay una compensación de emisiones de los animales en el sistema de pastura simple por mejoras y manejo adecuado del suelo del sistema pero no pretende compensar todas las emisiones de los animales en el sistema (bajo carbono). En este caso, dijo, se está en una fase avanzada de definición del protocolo.

Así mismo, el funcionario se refirió a los avances que tiene Brasil sobre el secuestro de carbono en sistemas agrícolas y ganaderos, en particular en lo que se conoce como el cerrado y las áreas de expansión (sur de la región norte y parte del nordeste con características de cerrado).

Es el caso de la siembra de maíz en combinación con una gramínea entre dos periodos de cultivos de soya y cuyo propósito es poderlo aprovechar como pastura de invierno.

También hay una intensificación del sistema de ganadería de carne con reducción de edad de faena y sistemas de integración agroforestales.

En el caso de las pasturas degradadas se hace uso de tecnologías adecuadas para la siembra de pastos o de maíz, además se está sembrando eucalipto. (Lea: Tecnología fue la responsable del crecimiento en Brasil)

Señaló que entre 2010 y 2014 se aumentó en un millón de hectáreas, en la zona de Mato Grosso, el área sembrada con granos y de caña de azúcar para etanol y al mismo tiempo medio millón de hectáreas de ambientes naturales cambiando pasturas que estaban en malas condiciones.

Además, el número de cabezas se redujo en tres millones pero la producción de carne se mantuvo estable.

Mostró cómo los sistemas silvopastoriles han dado un resultado positivo en la rentabilidad de los ganaderos.